Descripción de la Exposición Con Mercadé dos de los 21 dibujos de 1‘40 × 20 metros que forman parte de la serie Registres; proyecto iniciado en el 2006 y todavía no finalizado. Así como treinta y cinco dibujos de 11 × 33’5 cm.
Así como en sus obras anteriores, la conceptualización de la obra habla sido previa, en este caso, se ha invertido el proceso.
Al inicio de este trabajo, 80 metros de registro/dibujo se destruyeron por una filtración de agua en el estudio de la artista, este hecho fue decisivo para el transcumr de la obra. Más allá de una auto-impuesta economía de medios y de una necesidad de hacer, nada era previamente concebido. Ha sido el devenir de la misma obra el que ha escrito el guión.
Todo el proceso supone más la inmersión en una poética en lugar de la inmersión en un proyecto determinado. También por primera vez no estaban definidos, ni la duración del proyecto ni el número de elementos que lo conformaban. Registres, tiene la capacidad liberadora de la toma de distancia respecto a una formación intelectual enmarcada en una determinada estética. Liberadora, en tanto que todo lo que de esta formación es vivido como complejo es abandonado sin contemplaciones. Lo que de esta obra se deduce como denominador común en relación con trabajos anteriores aparece como intrínsecamente artístico.
La longitud del papel impide concebir el dibujo como una imagen con posibilidades de una visión de conjunto. Tanto en su realización como en su posterior contemplación las medidas impiden ver todo el dibujo. Si se quiere ver el detalle se pierde la visión de conjunto y si observamos la globalidad se pierde el detalle que conforma el dibujo. A su vez, las medidas del soporte, acentúan también, el vértigo de la artista frente al papel en blanco e implican una consecuente sensación de fuga. El trabajar sobre el papel y en el suelo añaden también una implicación corporal a la obra, tanto para esconderla como para hacerla evidente.
Estos dibujos -en carboncillo, lápiz, sanguina o tinta y casi siempre monocromos- se inician con la premisa de ser empezados por el centro del soporte, de manera que la imagen —a modo de caligrafía-, divide el papel por su mitad exacta. Se comienza por el extremo izquierdo y se va avanzando hacia la derecha ininterrumpidamente, y en ningún caso se vuelve atrás para reconsiderar el dibujo que ya se ha hecho. Como si de una escritura se tratase, donde la primera palabra condiciona todo el texto; aqul, el primer trazo condiciona todo el dibujo. Es el gesto de la mano sobre el papel, el que se convierte en dibujo-registro-texto y es el tacto de los dedos sobre el papel, el que define o indefine el dibujo, acentuando su aspecto de registro vital. Como un sismógrafo, registra y deja constancia gráficamente de un acontecimiento temporal y vital.
Formación. 01 oct de 2024 - 04 abr de 2025 / PHotoEspaña / Madrid, España