Lombar es un cultor del silencio, no necesita de palabras para que sobreviva "la palabra" (parafraseando a Vallejo) y hace uso de él en su humor, porque sabe como resolverlo gráficamente. Hoy después de 4 años de trabajo (soy fiel testigo de esto), podemos disfrutar de RecoRiendo París, una muestra en la que no solo quedan al descubierto algunas de las pasiones de Norberto, como el dibujo, el humor y su amor por la ville lumière, sino también y por sobre todas las cosas, su infatigable trabajo. Por eso si quiere conocer al verdadero Lombar, búsquelo aquí, que en alguna plaza parisina, detrás de cualquier estatua, rodeado de infinitas líneas, y regalándole una sonrisa podrá encontrarlo. Extracto del prólogo escrito por: Traghetti