“Muchas veces me pregunté qué hacían los superhéroes y los villanos cuando no están salvando al mundo o tratando de conquistarlo. Y un día, caminando por el centro porteño, me crucé con el Capitán América. La curiosidad me empujó a seguirlo. ¿Era verdaderamente él? La respuesta llegó de la forma más obvia: al verlo entrar en una convención de Cosplay, la disciplina que consta de disfrazarse e interpretar a un personaje de ciencia ficción. Ahí entendí, se trataba de un fanático del anime, los comics, videojuegos o películas que personifica a sus ídolos.
Lejos de decepcionarme, la curiosidad volvió a surgir y entré a la convención. Una vez que ingresás en ese universo, podés ver que suceden cosas extrañas, donde Batman se toma una selfie con su archienemigo El Guasón, o el Hombre Araña habla amistosamente con Jason, el asesino serial de Viernes 13.
Algún distraído podría pensar que estos eventos son...divertidas fiestas de disfraces pero lo cierto es que tienen un matiz mucho más profesional. Para lograr la mejor interpretación, estudian a la perfección las características y movimientos de los personajes e invierten mucho tiempo y dinero en crear sus vestimentas, accesorios y armas.
En el grupo predomina el gusto por el show y una de sus actividades favoritas es sacarse fotos cuando están disfrazados: “El fotógrafo es esencial para el Cosplay”, cuenta uno de ellos que se caracteriza como Superman. Me lo dice mientras yo lo retrato, como un testigo privilegiado dentro de la tribu al que dejaron ingresar para que cuente sus historias. Es que para los fanáticos del Cosplay esto no es sólo una subcultura sino también un modo de vida”. Fabián Mattiazzi
Entrada actualizada el el 10 nov de 2015
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