RASTROGRAFÍAS
Colección de obras de arte co-creadas por el paso del tiempo, la acción de los elementos naturales y por Carlos Herraiz.
Con el tiempo, he llegado a la conclusión que todos acumulamos manchas en nuestras vidas. Manchas de experiencias que nos han penetrado y empapado: una pérdida, un desamor, una frustración, un sueño... Estas marcas acumuladas se vuelven parte de nosotros, nos hacen ser quienes somos. Siento que tienen un poderoso simbolismo: son el reflejo tangible de algo que sucedió en el pasado que ya no está presente. Son fantasmas de una interacción que ha quedado en la superficie. El escritor japonés Jun'ichirō Tanizaki habla sobre una idea similar en su libro "Elogio de las sombras": "Nos encantan las cosas que llevan las marcas de mugre, hollín y clima, y nos encantan los colores y el brillo que recuerdan el pasado que los hizo.”
Me intriga el curso, de principio a fin,...de algo que está presente, a algo que está ausente. Al igual que observar una fruta en descomposición, me interesa el proceso biológico de cómo algo cambia, degenera, crece y disminuye, cambia de forma y color y luego desaparece. Cómo algo tangible se convierte en polvo, vacío, silencio, memoria, olvido, en mancha.
También me gusta explorar la idea de la huella que deja la memoria, como otro tipo de mancha. Cómo, con el tiempo, la memoria gradualmente se vuelve menos palpable: cómo la memoria de un evento o una persona se evapora lentamente hasta convertirse en un reflejo abstracto de esa memoria, el rastro de esa memoria. El rastro de algo que se ha ido. De la misma manera que se puede intuir la presencia de algo a través de la estela que ha dejado en el agua tras irse.
Y como esta estela pierde fuerza hasta volver a la quietud del agua. O el proceso del sonido-eco-silencio. Como el eco es el sonido sin serlo, perdiendo poco a poco intensidad, cogiendo distancia con el sonido primero y volviéndose silencio.
Carlos Herraiz nació en Barcelona en 1995. Hijo y nieto de pintores se mudó a Edimburgo a los dieciocho años con la intención de iniciar su carrera artística. Allí comenzaron a brotar una serie de ideas, inquietudes y conceptos con los que ha estado trabajando, explorando y desarrollando hasta día de hoy. Ideas como la soledad, el aislamiento y el olvido fueron las que Carlos comenzó a explorar a través de la pintura en la escuela de arte de Leith en Edimburgo, en Glasgow School of Art y en la Academia de Arte de Barcelona. Entonces, exploraba estas ideas a través de cuadros figurativos. Ahora, después de haber pasado un año como artista residente en la escuela de Leith de Edimburgo, Carlos ha podido profundizar en su obra y sus ideas han tomado otros matices que han llevado al artista a querer prescindir de la figura y a crear cuadros puramente abstractos. Él sigue viéndolos como cuadros figurativos.
Imágenes de la Exposición
Carlos Herraiz — Cortesía de Montoya
Entrada actualizada el el 08 oct de 2019
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