Descripción de la Exposición Lo bello como categoría estética constituyó durante una larga época el único fin del arte, así como la evidencia de que la obra artística merecía este adjetivo, de tal manera que lo feo, aún siendo un concepto al menos igual de controvertible, y cuya construcción es también el resultado de un proceso histórico, quedaba excluido como objeto o efecto estético, juzgándose más bien como un defecto atribuible al mal gusto que como un recurso expresivo. La fealdad tuvo que abrirse paso sin ser reconocida como tal, enunciada con otros nombres, al tiempo que el concepto de belleza iba diluyéndose en los campos cada vez más despejados de la representación artística. Durante el siglo XX, la monstruosidad ocupó la atención de autores entre los que se sumaron Bacon, Dubuffet o Antonio Saura, dignificándose de algún modo esta idea que, inevitablemente, sirve de equilibrio a la primera, aún no siendo, en rigor, su opuesto. Recientemente Umberto Eco publicaba su “Historia de la Fealdad”, que sigue a su anterior “Historia de la Belleza” (2004), asociando a ésta, entre otras cosas, la reglamentación formal, el sometimiento a ciertos márgenes canónicos, y predicando respecto a aquélla la excepcionalidad, un mayor marco de creatividad, de posibilidades de acción.
Aún reconociendo que la fealdad no es estrictamente el tema que articula la reciente pintura de Carlos Codes, pues de hecho, sus obras no se explican forzosamente más allá de sí mismas, estas ideas se encuentran de algún modo en su intención, en la que no está ausente, desde luego, su sentido de la ironía (enfocada, en primer lugar, a sí mismo). “Me refiero a lo feo que llevamos todos dentro”- confesaba Carlos respecto al título de su exposición, y aquí, más que dar cuenta de algún tipo de exorcismo o purga interior practicado a través de la pintura, evidencia una toma de posición.
A estas alturas, reiterar las raíces remotas de su pintura (el expresionismo y el arte pop) puede resultar manido y equívoco. Más allá de los referentes que han servido para explicar su evolución artística, y a los que por otra parte, pese a no guardar con ellos nada que pueda ser llamado una deuda, ya dejó rendidos incluso los correspondientes homenajes, Carlos Codes ha alcanzado una indudable personalidad artística e independencia formal. Su lenguaje se encuentra firmemente desarrollado, si bien no anquilosado. De hecho, aunque podríamos sospechar que sus pinturas actuales revelan cierto estado de plena madurez artística (esto es siempre incierto), en la muestra que presenta se advierten rasgos que podrían apuntar nuevas direcciones. Lo que invariablemente permanece es su necesidad de obrar para expresarse, pues al fin y al cabo no conoce otro medio para hacerse entender.
Exposición. 09 ene de 2025 - 14 feb de 2025 / Galeria Leandro Navarro / Madrid, España
Formación. 01 oct de 2024 - 04 abr de 2025 / PHotoEspaña / Madrid, España