Qué feliz a lápiz

Exposición / Librería El Bosque de la Maga Colibrí / Rufo Rendueles, 9 / Gijón, Asturias, España
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Cuándo:
07 oct de 2016 - 19 nov de 2016

Inauguración:
07 oct de 2016

Artistas participantes:
Noemí Villamuza

ENLACES OFICIALES
Web 

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Etiquetas
Artes gráficas  Artes gráficas en Asturias 

       

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Descripción de la Exposición

Desde el 7 de octubre hasta el 19 de noviembre de 2016, en la Cueva de la Maga, en la librería El Bosque de la Maga Colibrí, se puede ver la exposición ‘Qué feliz a lápiz’ de Noemí Villamuza. La muestra se compone de artes finales y sus esbozos previos de diversos trabajos de la ilustradora para distintas editoriales a lo largo de los últimos 15 años. Aprovechando la presencia de Noemí Villamuza en la ciudad, la ilustradora impartirá un taller “Cuéntame quién eres y de qué bocetos vienes” dirigido a ilustradores profesionales y amateurs. Más información en “Nuestros Talleres”. Sobre la exposición “Cuando tengo la posibilidad de mostrar mis originales, vuelvo a celebrar el momento de su creatividad. Es un placer convertir en ventana un esfuerzo solitario.” A la sombra de un buen dibujo final siempre hubo un gran boceto, esquemas nerviosos, rápidos, sucios o primorosos, casi siempre humildes líneas que dan sentido al resultado impreso. Noemi Villamuza nos trae una selección de ilustraciones desvestidas de su color digital, un recorrido por las imágenes a lápiz que han poblado las historias de 15 años de trabajo editorial. Sobre la ilustradora En mis recuerdos de infancia están siempre mis hermanas, dibujadas a lápiz. Estudié Bellas Artes en Salamanca, primera aventura fuera de casa. Vivo en Barcelona desde el 98, año en el que publiqué mi primer libro infantil. También trabajo para público juvenil y adulto, novela gráfica, prensa y publicidad. En los últimos tiempos, además, he tenido la oportunidad de viajar a muchas ciudades, compartiendo proyectos e inquietudes en bibliotecas, colegios, ferias… He ganado algunos premios y tengo ya un buen número de libros publicados. Algunos de ellos me han dado mucha satisfacción. Pero, tal vez, lo más valioso de mi andadura como ilustradora sea la experiencia emocional compartida. Ése combustible casi mágico que mueve la máquina creativa.

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