Descripción de la Exposición
La exposición muestra fotografías de la serie “Qualquer coisa de intermédio”, basadas en la idea del “tacto que mira”. De ahí que la artista las considere esculturas, aunque Botelho se define como artista visual antes de nada.
La práctica de Botelho se centra básicamente en la fotografía y el vídeo.
Su obra ha sido expuesta en diferentes colecciones como Villa Iris, Fundación Botín, y Haus der Photographie, en Hamburgo. En los últimos años ha recibido becas de la Fundación "la Caixa" y de la Fundación Gulbenkian.
En 2017 se mudó a Barcelona para seguir el Programa de Estudios Independientes del MACBA.
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"Desde uno de los laterales de Montjuic, detrás del Castillo que visitan los turistas, encuentro un lugar sin apenas gente donde sentarme a contemplar la ciudad. Es un encuadre atípico porque no enfoca en dirección al entramado urbano sino hacia el puerto comercial. Lo que ves es la Zona Franca: el mar, y buques portacontenedores de colores primarios (azul, rojo, amarillo) que almacenan las mercancías producidas a miles de kilómetros de distancia, y que bombean el flujo consumo/obsolescencia que vertebra la oikonomia urbana. Esta vista revela que gran parte de la ciudad está ocupada por todas esas monstruosas cajas que flotan sobre el agua. Ahí desde lo alto sientes como en verdad, ni los edificios ni las calles importan, y que si eso existe es solo porque es sostenido por la producción y el comercio ininterrumpido global. La imagen es imponente, hay más espacio para bienes de consumo que en poco tiempo dejarán de ser usados, que para las personas que llevamos viviendo ahí durante siglos.
Ya antes de saber que escribiría este texto quería que Catarina me invitara a ir con ella a alguna de sus caminatas por las orillas de la ciudad asilvestrada. Y quería escribir sobre su trabajo desde ahí, desde la sensibilidad de ese acompañarse. Pero, por una cosa y por otra no pudo ser, y por eso ahora este texto tiene que ser leído con las particularidades anímicas de quien evoca recuerdos que no le son propios. Hay algo en el trabajo fotográfico de Catarina que me interesa relacionado con ese hacer de la memoria. Fotografiar implica de alguna manera registrar y cicatrizar. Trasladar el encuentro irrepetible y fugaz con lo otro a una materialidad exterior a nuestro propio cuerpo. Sacar de mí un recuerdo mío para que tenga vida más allá de mí. Intento mirar entonces desde el cuerpo y los afectos que capturaron ese momento, yendo de la fotografía a la sensación de calor, interioridad, desorientación e incluso miedo, que podría estar sintiendo en ese momento quien estaba encuadrando la imagen.
Evoco el cuerpo de Catarina. Primero caminando y caminando sin entender muy bien su propio deambular. Después, tumbada sobre el suelo, intentando acompasar su cuerpo al del objeto que la ha hechizado, tanteando las distancias entre ella y ese otro, y la manera en la que permitir que la luz forme parte de esa danza. ¿Cómo amar a las rocas, a los neumáticos, a las sillas, a las alfombras… que fueron dejadas ahí, por otros? Siento que es a través de esos restos, y esos rastros, que varios cuerpos pueden tocarse sin tocarse. Como ahora también yo acaricio la superficie de esa sábana blanca que parece una mortaja cubriendo, quizás, unos rastrojos quemados por el sol. Y toco las manos de quien delicadamente la puso ahí. Y no tengo claro si esas manos, que imagino un poco ásperas, querían que la sábana arropara un secreto, o por el contrario, querían llamar nuestra atención para que mirásemos algo que no suele ser visto. La potencialidad háptica de lo fotográfico refiere al momento en el que la vista descubre de sí misma una función de tacto que les es propia, y que es distinta a su función óptica. Fotografiamos con los ojos pero solamente en tanto tocamos con esos ojos. En estas fotografías hay algo de eso, del tacto que mira. Por eso entiendo que Catarina me diga que para ella son como esculturas. Por eso hablo de como amar a eso que es fotografiado, porque hay una colisión en intimidad, un cuerpo a cuerpo que deja una huella en aquel que cuando mira toca, y cuando es tocado es mirado. En otra de las fotografías vemos unas rocas cuidadosamente colocadas. No diría que su ordenación intente imitar una suerte de construcción o tótem. Están como dejadas ahí sin utilidad aparente. Pero de nuevo siento muy fuertemente que cuanto más me fijo en esas rocas más advierto la presencia de quien las acomodó en ese preciso lugar, en la firmeza de su gesto improductivo. ¿Por qué alguien las dejó así? Me pregunto si esa persona sabía que a través de esas rocas sería mirado y tocado, y de nuevo, si esas rocas están ahí cubriendo un secreto o llamando nuestra atención para que miremos algo que no suele ser visto."
Fragmento del texto "Tan vivas", de Marta Echaves
Exposición. 10 sep de 2020 - 07 nov de 2020 / galería silvestre - Madrid / Madrid, España
Formación. 01 oct de 2024 - 04 abr de 2025 / PHotoEspaña / Madrid, España