Descripción de la Exposición Olvidado el acto sexual como don y contra don, la 'prohibición' vino a ocupar su lugar y con ella la liberación y la seducción. Baudrillard insiste en señalar que la seducción no es sino una forma de la prohibición, pero que es más fuerte que el poder pues el poder no es una cosa sino un intercambio y no tanto un funcionamiento o una categoría como apuntara Foucault. Hasta la década de los 70, en occidente, la ciudadanía se ha visto orientada hacia problemas resolubles/irresolubles de la sexualidad con la ayuda del psicoanálisis que es quien proveía de fantasma y, por tanto, de las técnicas de superación y conjuro. Desde entonces el post-estructuralismo ya había brindado la oportunidad al discurso feminista, de gays y lesbianas, etc, (catalizador Saint Foucault), de ver que las formas institucionales de la sexualidad, en cualquier tiempo, eran producto de la actividad humana. Hoy, la vigencia y actualidad de los discursos de género que proliferaron en los años 80 y 90, han supuesto un velo sobre los problemas del sexo y la relación sujeto/objeto, al abordar el sexo como identidad política y social siguiendo el proceso generalizado de socialización y/o normalización de lo otro, de lo diferente. Estos hechos empujaron a Baudrillard a invitarnos a poner a Foucault en el olvido, y desmontar así los discursos que produjeron la noción de sociedad disciplinaria y su crítica en nuestro pensamiento. La sociedad represiva y todo el amplio registro de metáforas y metonimias que las consolidaban, al identificar a este discurso como un discurso de poder, dejaron sin cobertura a los procesos de superación y liberalización que los sustentaban y dieron entrada a lo hiperreal, a lo obsceno, o por decirlo con sus palabras: a la 'adecuación del Mal', que no es otra cosa que la ausencia de secreto. Esta recomendación encontraba sentido al ver que lo que Baudrillard ponía en evidencia era, no tanto los conceptos mismos junto a su críticas, sino los espacios que la superación generaba para el 'simulacro'. En este sentido, el sexo, la sexualidad, puede entenderse como un espacio para la represión como cualquier otro. Los hermanos Roscubas, con esta muestra, parecen alinearse con Baudrillard y para ello recuperan una idea que parecía olvidada: que todo proceso de 'normalización y naturalización' es obsceno en su base pues expulsan lo diferente, velan lo no normalizado y desacreditan lo artificioso a través de procesos de naturalización. La exposición punto ciego [secret sex] alude a ese punto ciego de Canetti a partir del cual las cosas aspiran a liberarse de sí mismas. La muestra se divide en tres partes bien diferenciadas: la primera muestra imágenes de seducción (masculino-femenino) re-construidas a partir de pequeños segmentos de imágenes eróticas de los años 50 y 60 que invitan a pensar en el secreto. Lo que estas imágenes muestran no es sexo, sino cuerpos en cuanto que lugares (emplazamientos) de sexo y aluden abiertamente al inconsciente en tanto que procesos de liberación. La segunda parte se compone de dos objetos que ofrecen la obscenidad de la marca y la publicidad, y una tercera que invita a la ilusión, a la fantasía, al juego: una serie de espejos y objetos de cosmética sirven de reclamo para la transformación más allá de las identidades y el género.
Exposición. 31 oct de 2024 - 09 feb de 2025 / Artium - Centro Museo Vasco de Arte Contemporáneo / Vitoria-Gasteiz, Álava, España
Formación. 16 nov de 2024 - 17 nov de 2024 / Bizkaia Aretoa / Bilbao, Vizcaya, España
La mirada feminista. Perspectivas feministas en las producciones artísticas y las teorías del arte