Después de una década dedicada principalmente a la escultura e instalación, PULIDO (1999*20009) recoge una década de pintura. La muestra, de carácter itinerante, se expuso en el Museo de Huelva del 17 de Diciembre de 2009 al 21 de febrero de 2010, y la visitaron más de tres mil personas.

Para dicha exposición, se editó un catálogo con fotografías de Moisés Férnandez, textos de Sema D'Acosta y cuentos de Marcos Gualda.

En cuanto al montaje, los cuadros de gran formato estaban acompañados de réplicas en miniatura. Los títulos de las obras se mostraban con letras corpóreas de metal. El tono gris de la pared resaltaba la intensidad cromática de las obras. Se realizaron vinilos a partir de los cuentos de Marcos Gualda. Las ... escenas que aparecen en este catálogo son 'espacios para soñar', aunque la principal preocupación es formal (los temas aparecen como verdaderos pretextos, una avioneta o un tractor, una cama o un piano...). Las imágenes pertenecen a la memoria colectiva, de viejos y no tan viejos, imágenes para recordar en una sociedad olvidadiza.

A pesar de existir un tránsito de diez años desde el primero al último cuadro, la técnica sirve de nexo de unión. La materia se convierte en recurso pictórico determinante. Predomina el ensamblaje de maderas, las texturas de acetato de polivinilo, los áridos y marmolinas y la resina de poliéster.

La temática es variada. Se recurren a imágenes de la memoria, normalmente objetos, vehículos y espacios. Las primeras piezas fueron 'Cama', 'Biplano' o 'Noria', de principios de 2000. A partir de 2006, piezas dedicadas al agua como 'Canal' y 'Acueducto', y otras apegadas a la tierra como 'Escalera' o 'Tractor'. Las últimas obras mantienen el formato de las anteriores (2x2 metros): 'Camión', 'Piano', 'Futbolín' o 'Habitación', con las excepciones de 'Puerto' y 'Mercado' (2x4 metros).

Esta serie pictórica se dedica a Teo (el hijo del autor). Por eso todas las piezas lucen su miniatura correspondiente.