Coautoría de los artistas Erick Faúndez y Javier Pino en la que investigan materialmente las ofrendas del cementerio general de Santiago de Chile. El proyecto se articula desde la concepción del archivo de memoria visual que es el cementerio, en el que la fotografía se convierte en contenedora de lo ausente, evocando la presencia y huella del difunto. “Abordamos la problemática de la perpetuidad a través de la imagen – y no una cualquiera – si no una imagen que es una especie de ruina. Nosotros la resignificamos para dar cuenta un poco de este terror psicológico que está dentro del imaginario del cementerio” comenta Erick Faúndez. La muestra consta de objetos y fotografías de recortes anónimos que representan la identidad de los que ya no existen, un duplicado de aquello que ya no vive más en la temporalidad predominante.