Postales L-18, fotografías de Miraflores. Las caminatas fueron el punto de partida. Encontrarte deambulando de un barrio a otro mientras te sorprende la belleza de una ventana cubierta de flores, el alto relieve de un pequeño muro, la textura de una puerta, hasta llegar a una solemne casa del antiguo barrio inglés, provoca una revolución de emociones. Sentimientos que se agudizan, cuando tropiezas con un aviso de inminente demolición, alimentaron nuestros pasos. El fenómeno es mundial y Miraflores no ha escapado de la metamorfosis, ni del modelo de crecimiento hacia arriba. Conscientes de que no podremos preservar gran parte de la arquitectura, ni del corazón de nuestros barrios, la fotografía se convierte en una aliada para preservarlos en la memoria. La busquemos o no, la nostalgia se revela a la vuelta de cada esquina.