Descripción de la Exposición ------------------------------------------------------- ------------------------------------------------------- En 45 años -los transcurridos entre su fundación en 1891 y el verano de 1936-, en la cita semanal de Blanco y Negro se publicaron más de dos mil portadas. ¿Cuáles eran noticia de primera plana a finales del siglo XIX y durante el primer tercio del siglo XX? Y, ¿Quiénes eran los personajes o los temas más recurrentes? Hoy, muchos de los dibujos originales de esas portadas, los custodia el Museo ABC en su colección. En la muestra, Portadas. Dibujos de primera plana, se reúne un centenar de ellos, que nos permite descubrir antropológicamente lo que nuestros antepasados se encontraban en el kiosco cada sábado, donde una mujer moderna, con nuevas actitudes, rompía moldes y se hacía un hueco entre visiones costumbristas de la España tradicional. Es también el momento de admirar a maestros del dibujo y la ilustración que revolucionaron con sus técnicas y estilos la iconografía del cambio de época. Son, entre otros, Joaquín Xaudaró, Ángel Díaz Huertas, Eulogio Varela, Enrique Climent, Aníbal Tejada, Sileno, Picó... Portada: «en periódicos y revistas, primera página». Así define el término la actual edición del Diccionario de la RAE. Pero en la de 1899, el término se aplicaba solamente a la «primera página de los libros impresos, en que se pone el nombre del autor, el título y el lugar de impresión». «Nombrar es señalar, constatar una diferencia, y la falta de mención a los periódicos y revistas en la descripción del significado del término indica la escasa importancia que la primera página de los periódicos tenía en la época», escribe Ramón Esparza comisario de la muestra y profesor de la Universidad del País Vasco en el catálogo editado con motivo de la exposición por el Museo ABC. «Quizá esto pueda explicar algo chocante desde la perspectiva actual. A lo largo de 1891, su primer año de existencia, la revista Blanco y Negro se publicó con la misma reproducción de un cuadro del pintor Ángel Díaz Huertas en el que aparecía un coche de caballos avanzando hacia el observador. En la parte inferior derecha del cuadro, la hoja de un taco de calendario señalaba la fecha de publicación y, con ello, la diferencia entre un número y otro. Ciertamente, la repetición de la misma imagen en primera página funciona como un elemento identificador, como el diseño de los envases de otros productos, pero va contra la esencia de lo que es una publicación informativa: la novedad». Pero hay novedad. Y reside en la inversión de los roles. Es una dama quien conduce el coche y, al fondo, en el asiento de los pasajeros, se observa una silueta masculina con chistera. Tampoco son caballos quienes tiran del carruaje, sino una especie de insectos alados que permiten a aquel sobrevolar el camino plagado de hojas informativas, en lugar de rebotar sobre los adoquines. La primera portada, a pesar de su reiteración, anunciaba ya la llegada de los nuevos tiempos. A partir del 3 de enero de 1892, la publicación se apuntó a la más moderna idea de variar su portada todas las semanas, con el consiguiente esfuerzo de creatividad, y la colaboración de algunos de los principales ilustradores y artistas de cada momento. Conmemoraciones de hechos de especial significación histórica, recreaciones de sucesos de la actualidad (con el retraso que la técnica y las comunicaciones imponían en aquellos años) o simples escenas cotidianas fueron ocupando la primera página número a número. Temas de primera plana, la mujer moderna protagonista. Las efemérides fueron el tema de los primeros dibujos encargados para ocupar las portada del semanario. Con el recuerdo de la Toma de Granada se inicia esta serie de portadas en 1892. Siguieron otras como la muerte de Meissonier, pintor academicista francés, pasado hoy a segundo rango, la de Gutenberg, la coronación de Napoleón y la del motín que los zapateros madrileños habían protagonizado el primero de mayo de 1680. Un año después se rompe con esta temática a partir de un dibujo de Gros, dando la bienvenida al nuevo año. En junio, aparece la primera fotografía. Es de un accidente ferroviario ocurrido días atrás en Anzuola, Guipúzcoa. Es una gran innovación tecnológica. Otros acontecimientos permiten situar en torno a once días el plazo necesario para reproducir una foto en primera página. En 1897, un dibujo de un jockey que muestra orgulloso su montura, de Díaz Huertas, se consigue reproducir casi a color. Al año siguiente, la actualidad bélica de la Guerra de Cuba toma el protagonismo. En los años posteriores no hay temas recurrentes, pero hay que señalar la importancia de la figura de la mujer. Hay dibujos llenos demanolas y trajes regionales que remarcan la vertiente más tradicional de España pero también, imágenes verdaderamente revolucionarias de la nueva mujer que va surgiendo como producto de la modernidad. «Una mujer que desempeña roles sociales no vistos hasta ese momento y cuya actividad desborda el ámbito tradicional. Una transformación social que la Guerra Civil, fecha elegida como fin del período en el que se centra la exposición, truncó», señala Esparza. Del regionalismo a la vanguardias Todos los originales de la exposición son el escaparate de los tiempos y de las corrientes artísticas que en los años finales del XIX y primer tercio del siglo XX transformaron Europa, desde la tradición del academicismo a la visión de las vanguardias. Pero los estilos artísticos no eran sino el reflejo de los cambios sociales, culturales y científicos que recorrían el continente. Si al comienzo se trataba de romper con la tradición artística mediante las formas elaboradas del art nouveau, tras el fin de la Gran Guerra, las rupturas vanguardistas se abren camino, lentamente, en el gusto de artistas y coleccionistas. Durante estas casi cinco décadas que abarcan los dibujos e ilustraciones de la exposición, nos encontramos esta amalgama de estilos. Con la posibilidad de encontrar, en un mismo año, dibujos modernistas -como los de Xaudaró o Varela- con otros de reflejos cubistas -Aníbal Tejada- o que recuerdan al diseño alemán de los años veinte -como las obras de Eulogio Varela, Eugenio Cortigueras o Antonio Lara-. Todo ello, combinado con muestras de la pintura regionalista que seguía vigente en España, donde destacan Enrique Estevan o Ángel Díaz Huertas.
La muestra reúne un centenar de dibujos e ilustraciones originales pertenecientes a la Colección ABC. Más álla del estilo -desde el regionalismo a las vanguardias- o la temática -guerras, efemérides,...-, todas las obras tienen en común haber sido protagonistas de portada. La exposición hace un recorrido por los temas que interesaban a los lectores del semanario Blanco y Negro y que merecieron ser primera plana a finales del siglo XIX y en el primer tercio del siglo XX. Destaca en la exposición, la presencia de una nueva mujer que empieza a desempeñar roles sociales no vistos hasta ese momento y cuya actividad desborda el ámbito tradicional. Una transformación social que la Guerra Civil, fecha elegida como fin del período en el que se centra la exposición, vino a truncar.
Premio. 09 sep de 2024 - 13 oct de 2024 / Madrid, España
Exposición. 25 sep de 2024 - 10 mar de 2025 / Museo Nacional Centro de Arte Reina Sofía (MNCARS) / Madrid, España
Formación. 15 oct de 2024 - 30 jun de 2024 / Museo Nacional Thyssen-Bornemisza / Madrid, España