Descripción de la Exposición
Las obras de la exposición proceden, en su mayoría, de los fondos del IVAM y se completa con piezas procedentes de la Colección Michael Jenkins & Javier Romero que alberga el Museo de Arte Contemporáneo de Alicante (MACA), del Museo Nacional Centro de Arte Reina Sofía (MNCARS), del Archivo Miguel Trillo y del Archivo Lafuente de la Biblioteca y Centro de Documentación del MNCARS, del Museu Nacional d’Art de Catalunya (MNAC). La muestra también incluye obras de las siguientes instituciones y colecciones particulares: Colección Ricardo Borja, Residencia de Estudiantes de Madrid, Museo Ramón Gaya (Ayuntamiento de Murcia), Archivo de la Fundación Anselmo Lorenzo, Galería Rafael Ortiz (Sevilla), Herederos Llorens Peters C.B, Colección Antonio García y Sebastián Becerra, Galería Alarcón Criado (Sevilla), Centro Ocupacional del Centro de Día de La Puebla de Cazalla, Collection Kai Dikhas (Foundation Kai Dikhas, Berlín), Prometeo Gallery Ida Pisani de Milán, KOW (Berlín), CRAI Biblioteca Pavelló de la República (Universitat de Barcelona), Colección APRA Foundation (Berlín), Colección Odin Teatret Archives (Dinamarca), Fondazione Echaurren Salaris (Roma), Biblioteca Històrica de la Universitat de València, Monasterios Loeches, Colección Light Cone, Archivo Fundación Federico García Lorca (Granada), Fondos fílmicos de Radiotelevisión Española (RTVE), Filmoteca Española, Médiathèque du patrimoine et de la photographie, diffusion RMN-GP y la Colección Instituto de Estudios Giennenses.
Asimismo, participan con obras de su colección o producidas para la ocasión los artistas Alegría y Piñero, Colectivo Ojo Pértico, Mª Jesús González y Patricia Gómez, Joy Charpentier, Teresa Lanceta, Inmaculada Salinas, Erick Beltrán, Alejandra Riera, Oriol Vilapuig, Julio Jara, Hiwa K, Yinka Esi Graves y Miguel Ángel Rosales Mateos.
¿Qué es lo popular? Lo popular no es lo famoso. Lo popular no son los productos de la cultura de masas. Lo popular no es el arte del pueblo. Lo popular no es la artesanía de las clases trabajadoras. Lo popular no es el folklore. Lo popular no son los tópicos ni los souvenirs para turistas. Lo popular anda por entre todo eso, por debajo de todo eso, pero es otra cosa. popular, es una exposición y es una investigación —enseñar es una forma de conocimiento—, que pretende responder a esa pregunta.
Lo popular es una forma de imaginación, a menudo palabras, imágenes y cosas, que se producen mediante gestos, acciones y fiestas, de maneras muy diversas. Lo popular tiene una naturaleza performativa, plástica, móvil, en continua metamorfosis, más cerca del ritual que del monumento, liturgia sin teología alguna. popular parte de una interpretación fuerte. Aquellos grupos humanos que no tienen representación política alguna, por alguna razón, desarrollan fuertemente su representación simbólica.
No es una fórmula sencilla, desde luego. Identificar a esos grupos humanos no solo no es tarea fácil, sino que no se trata de someter el archivo —en este caso la colección del IVAM— a una mirada policial. La historia de las emancipaciones sociales nos da una idea de qué grupos humanos han ido alcanzando a lo largo de los últimos siglos la representación política. La revolución industrial, las revoluciones americanas y francesa, la revolución feminista, todas añaden campos en los que fijar nuestra atención.
Si intentamos situar nuestra mirada en la Valencia del siglo XXI, podemos ver desde ahí como el proletariado, las mujeres o los grupos LGTBI, de una determinada manera, pero también los migrantes latinoamericanos, los árabes, los africanos, de otra manera, atraviesan esa imaginación que llamamos popular.
popular trabaja sobre la rica colección del IVAM, ampliando el foco sobre determinados aspectos —la música, por ejemplo—, subrayando luces sobre numerosos aspectos de la colección —el imaginario de las clases trabajadoras— y haciendo notar las ausencias —la imaginación afrodescendiente, por ejemplo—. popular es un volcado del archivo IVAM, con una nueva puesta en relación de las miradas —el Niño de Elche, por ejemplo, ha realizado canciones a partir de 15 piezas de la colección—, desbordando —otra de las cualidades de lo popular— el marco de lo que significa arte moderno y, a la vez, inten tando dar pautas claras de lectura.
La exposición reúne más de 1500 piezas, entre grabados, audiovisuales, instalaciones, esculturas, pinturas, fotografías, libros y material de documentación, en su mayoría de los fondos del IVAM, además de piezas procedentes de otros centros, instituciones museísticas y colecciones particulares.
UN FANTASMA RECORRE EL MUNDO
En realidad, el fantasma que recorría el mundo no era tanto la revolución como el pueblo. La soberanía, hasta entonces legitimada directamente desde lo alto, desde el mismo Dios, iba a ser sustituida por una fuente que manaba desde abajo, la ambigua idea de pueblo. Giorgio Agamben señala que con el nacimiento del pueblo nació también la idea de populacho. Pues bien, si en el primero descansa la representación política de la nación, el segundo, el despectivo populacho que siendo pueblo no es pueblo, es el que hace manar su imaginario simbólico. Es en el resto entre pueblo y populacho donde se imagina lo popular. Lo popular es lo que se pierde. Este apartado incluye obras de Ignacio Pinazo, Roberta González, Alexander Rodchenko, John Heartfield, Josep Renau, Museo del Pueblo, Art et Action, Gabriel Cualladó, Lola Lasurt, etc.
EL GÉNERO EN DISPUTA
En efecto, como el género, lo popular es esencialmente un territorio de conflictos. Desde antes de la emancipación de las clases populares, en un mundo masculino, el famoso heteropatriarcado, el papel de la mujer como musa, modelo, numen, inspiración o símbolo no dejaba de ocultar que esa preminencia simbólica ocultaba la desposesión total de cualquier derecho político. Desde el imaginario de la madre hasta el de la prostituta, cada imaginación depende directamente de la capacidad para obtener derechos políticos. Como señaló María Zambrano, se trata de emancipar el imaginario femenino sin renunciar al papel mitológico como diosas, musas, modelos de nuestro cuerpo social. Esta sección incluye obras de Varvara Stepanova, Mujeres Libres, Sonia Delaunay, Sophie Tauber-Arp, Grete Stern, Ana Peters, Cindy Sherman, Lenore Tawney, Sanja Ivekovic, etc.
EL SEXO DE LOS ÁNGELES
De muchas maneras, lo genérico, en el doble sentido de generalidad y de origen, de linaje, define las cualidades de lo popular. La disidencia de género tiene que ver no solo con los sexos o la reproducción, también con esa disidencia de los cuerpos a pensar y vivir con autonomía. Lo popular carnavalesco como inversión de una heterosexualidad normativa y obligatoria es la primera disidencia de género. De la parodia a la política, como señala Judith Butler. En muchos sentidos lo popular, que primero fue «femenino», se vuelve irremediablemente «marica». Se muestran piezas de autores como Claude Cahun, Ximo Berenguer, Michel Journiac, Ocaña, ZAJ, Pepe Espaliú, Félix González-Torres, Miguel Benlloch o Ahlam Shibli.
LA DECADENCIA DEL ANALFABETISMO
Los derechos políticos de los individuos se alcanzan con una determinada mayoría de edad. El territorio anterior, el de la infancia, es también el territorio de la imaginación. Niñas y niños, siempre al borde de la representación política, son genealogía de nuestra imaginación. Walter Benjamin la situaba en el juego y en la capacidad de este de darle una función distinta de la habitual a las palabras, las imágenes y las cosas. Lo popular habita siempre el territorio de la infancia. Con piezas de DADÁ, Dario Carmona de la Fuente, Bon, Vladimir Mayakovski, Joan Miró, Georges Grosz, Manuel Ángeles Ortiz, Peter Fischli & David Weiss o Xisco Mensua, entre otros.
ELOGIO DE LA LOCURA
Eximir a alguien de responsabilidad. Enajenarlo. Que, teniendo sus derechos, sin embargo, su testimonio no tenga validez legal ni pueda ejercer responsabilidades políticas. El arte de los locos ha estado en el punto de mira de la vanguardia: art brut, arte psicopatológico, arte marginal, arte-terapia, arte outsider, arte psiquiátrico o antipsiquiátrico. Lo que nos interesa aquí es esa pérdida de representación política que producen ciertas patologías y la potencia simbólica que se acumula en este mismo imaginario. No hay locos, hay pueblo en estado puro. Con piezas de Henri Michaux, Jean Dubuffet, Francis Picabia, Luis Gordillo, Zush, Lucebert, Miriam Cahn, María Jesús González & Patricia Gómez, Alejandra Riera, etc.
TEATRO PROLETARIO DE CÁMARA
En la teoría política, representación y participación ocupan, seguramente, lugares opuestos. En la práctica artística, sin embargo, representación y participación son continuos, se exigen mutuamente, son potencias que se estimulan la una a la otra. Es en los desórdenes de la mente donde se ponen los límites de la responsabilidad política. En el orden simbólico, sin embargo, la locura reina en el mundo de la imaginación popular. Los monstruos que habitan cuentos y videojuegos, la psicodelia, las religiones new-age o el fantasy son exactamente imaginación. Esta sección reúne piezas de Estampa Popular, Guy Debord & Asger Jorn, El Cubri, Jose María Gorris, Richard Hamilton, Equipo Realidad, Joan Brossa, Öyvind Fahlström o Agustín Parejo School.
LA CONQUISTA DE AMÉRICA
No se trata, claro, de una evocación del pasado imperial y colonial aunque algo tiene que ver ese pasado común. Es desde el continente americano que se ha conquistado nuestro imaginario popular. Desde los albores de la modernidad hasta el día de hoy. Por supuesto, serán sus clases subalternas — negros en Estados Unidos, Brasil o Cuba, indígenas en Chile, México o Perú—, las que no tienen ningún derecho político, incluso ningún derecho, como los esclavos reducidos a mera mercancía, las depositarias de la imaginación popular. Con piezas de Max Aub, Vicente Huidobro, Norah Borges, Horacio Coppola, Joaquín Torres-García, Roberto Matta, Sergio Larrain, Lothar Baumgarten, Paz Errázuriz, etc.
UN ORIENTALISMO SUBALTERNO
Afirmaba Américo Castro que, en América, llaman popular a una parte de la herencia ibérica que no es otra cosa que posos de las culturas árabes y judías que nos habitaron. Lo árabe y lo judío, lo musulmán y lo judaico, nos incumben porque también somos nosotros. No son solo noticias históricas, los varios siglos que estos pueblos pasaron en el solar ibérico, la rápida conversión de la población hispanorromana al islam y la proliferación de Sefarad, es que la continuidad cultural con el norte de África y el Mediterráneo nos emparienta con estas formas sociales y culturales. Desde luego, cuando llegó la hegemonía cristiana, lo árabe y lo judío se depositaron en las clases populares, en los de abajo. En este apartado de la muestra se incluyen obras de Yto Barradas, Taysir Batniji, Bouchra Khalili, Francesc Ruiz, Anna Boghiguian, Rula Halawani, Marta Sentís, Nadja Benchallal o Shazia Sikander, entre otros.
LOS CONDENADOS DE LA TIERRA
La esclavitud sigue siendo la gran vergüenza del capitalismo. En ese sentido, será sobre todo el atlán- ti-co, un océano, el espacio de esa consideración de lo humano como mercancía, el lugar donde se despojará de cualquier derecho a hombres y muje-res y se fosilizará su condición subalterna. Desde luego, es lo negro afroamericano lo que marcará el tempo y desarrollo de eso que llamamos «popular» en todo el mundo. No los sonidos complejos de la fiesta o el ritual, sino el binario tan-tan que marca el ritmo al que se mueve el mundo. La esclavitud es origen, por ejemplo, del rock and roll, el tango, la música latina, hasta el f lamenco, el ritmo al que marchan todas las músicas populares. Una paradoja terrible y estimulante. Con piezas de Kara Walker, Walker Evans, Robert Frank, Adrian Piper, Lorna Simpson, Victoria Santa Cruz, David Hammons, Zanele Muholi, Yinka Esi Graves & Miguel Ángel Rosales, etc.
CAMELAMOS NAQUERAR
Camelamos naquerar, o sea, «queremos hablar» en caló, la variante gitana ibérica del romaní, la lengua de los gitanos. Por tanto: ¿pueden hablar los subalternos? El asunto es precisamente ese. Cuando hablan, cuando consiguen tener una voz política, entonces pierden su condición subalterna. Es en ese articularse, en ese empezar a hablar, donde aparece lo popular. Pero no se trata solo de gitanos.
Propone Pastori Filigrana que aprendamos de ellos, del mundo que han sabido guardar. De los pobres, de los marginados, de los que definitivamente dejamos fuera de nuestras sociedades. Camelamos naquerar desarrolla esa potencia de los que quieren hablar a través de piezas de Helios Gómez, Ceija Stojka, Federico García Lorca, Moholy-Nagy, New Deal Photography, Alberto Greco, Ramón Zabalza, Xavier Mollà o Delaine Le Bas.
RECORRIDO SONORO
La exposición incluye un recorrido sonoro —que se puede seguir en la sala mediante códigos QR— a través de 45 piezas musicales relacionadas con las obras de arte de la colección del IVAM. El recorrido se divide en tres bloques, con 15 composiciones originales del cantaor ilicitano, Niño de Elche, otras 15 basadas en las partituras ilustradas de František Zelenka, que custodia el IVAM y una serie de piezas seleccionadas por el comisario Pedro G. Romero.
Las canciones (y uno)
La magnífica colección de partituras de Jaroslav Ježek ilustradas por el arquitecto František Zelenka abrió el camino para presentar, de alguna forma, las canciones como uno de los lugares privilegiados en la relación y emergencia de lo popular. Ambos, artistas de origen judío ligados a la vanguardia checa: el arquitecto murió asesinado en Auschwitz en 1945, y dos años atrás el compositor fallecía enfermo en su exilio neoyorkino. La particularidad de este repertorio, ligado a la eclosión de músicas vernáculas que producen los desplazamientos coloniales de la década que empieza en 1920, es excepcional en este sentido. Lo popular aparece justo donde claudican representaciones políticas desplazadas que basan su éxito, su potencia simbólica, en su obligada posición subalterna. Asistimos, en la época del disco de pizarra, al nacimiento de la industria cultural global que después se llamaría pop o música popular.
Las canciones (y dos)
La división maniquea entre cultura visual y cultura musical tiene una fuerte carga teológica. Reducir el sonido a categorías abstractas, espirituales o rituales sin reconocerles representación simbólica, imaginación y figuración materiales es, sobre todo, fruto del proyecto clasificatorio de una Ilustración totalitaria que ordena el mundo. Lo que en realidad hay, más bien, es continuidades y relaciones. Entre la poiesis (modo de hacer), la esthesis (modo de ver) y la phonesis (modo de hablar) se produce siempre circulación. Lo popular es, más que una producción cultural concreta, el fruto de esa circulación por estos modos, que, desde luego, puede seguir multiplicándose. Las relaciones entre textos, sonidos e imágenes que hemos seleccionado parten de ese principio. Hay piezas de vanguardia, de música académica, producciones de la industria cultural, experimentos de estudio y experiencias callejeras, y por todas circula la posibilidad de lo popular.
Las canciones (y tres)
La colección de canciones que ha realizado Niño de Elche, con la colaboración de Xisco Rojo, recorre los límites, tantas veces difusos, entre el sonido, la música y lo popular propio de la canción. Agustín García Calvo decía que lo popular en una canción se mide en las posibilidades que tiene de tararearse mientras te das una ducha. Sea con la música electrónica de baile, el spoken word, las músicas de la diáspora latina o el f lamenco, Niño de Elche ha intentado conectar algunas de las piezas de la Colección del IVAM, algunas de sus imágenes, con la forma posible de ser cantadas. O sea, tarareadas en la ducha: sea un enunciado de Juan Hidalgo o la petenera declinada por los nativos mexicanos retratados por Paul Strand, sea un fandango dedicado a Helios Gómez o la impronta rítmica del famoso tatuaje de VALIE EXPORT que se hiciera Rosalía. Una imagen es también una canción.
Exposición. 19 nov de 2024 - 02 mar de 2025 / Museo Nacional del Prado / Madrid, España
Formación. 23 nov de 2024 - 29 nov de 2024 / Museo Nacional Centro de Arte Reina Sofía (MNCARS) / Madrid, España