Una exposición en la que se pueden apreciar dos formas muy diferenciadas de enfocar la abstracción. Por una parte, los fondos negros sirven de base a colores impactantes que recuerdan figuras concretas; y por otra, rompiendo el encorsetamiento del negro, fusiona los colores con gran libertad sin dar ninguna concesión de concretismo al espectador, apenas alguna letra o alguna forma que ruedan sin ligaduras en la viveza de sus abstracciones. Antonio Doñate, que inició su andadura pictórica a los 18 años en Bilbao, ha desarrollado un intensa actividad exponiendo últimamente diversas salas de Madrid, Burgos, Zaragoza, Lyon, Atenas, Oviedo...