Por eso, siempre pretendo hacer “sangramientos bruscos”, cortes profundos en las imágenes, en un intento de alejar al espectador de la imagen representada, incitándolo, de esta manera, a extrapolar la imagen allí representada, dirigiéndose hacia un universo para ser creado por él mismo, un universo, por lo tanto, más cercano a su inconsciente, que lo lleva a relaciones más fuertes y profundas consigo mismo. Entiendo, por lo tanto, que el espacio“off”, es decir, aquel que quedó fuera de la representación, al instigar la instancia inconsciente del espectador, en muchos casos, tiene mayor importancia que la propia imagen representada. Sobre el artista; Fernando Braune