Descripción de la Exposición En Plattenbau, Daniel Silvo (Cádiz, 1982) reflexiona sobre la dimensión política del arte y en particular de la arquitectura, que se hace más patente en el medio urbano. Las relaciones con el poder y sus diferentes significados se exhiben hegemónicos frente a los valores plásticos, no obstante el énfasis puesto en ello, dada la función transmisora de contenidos éticos y referenciales a los correspondientes entornos culturales que desde siempre desempeña la forma. Josep M. Montaner y Zaída Muxí, en su ensayo Arquitectura y política, recogen una serie de cuestiones que el artista plantea en la exposición y que iremos analizando escuetamente en la hoja de sala al hilo de las obras que la componen. Silvo, cuyo trabajo multidisciplinar se centra en las implicaciones políticas de los objetos cotidianos, escoge para este proyecto el paradigma socialista de la Guerra Fría, en el que, como en cualquier otro de tutelaje totalitario, el fenómeno se expresa poco sutilmente. Por ello, hace un especial hincapié en utilizar la memoria que guardamos de los acontecimientos que allí sucedieron y desde esta evidencia que facilita su comprensión tiende un puente hacia la situación actual, de análisis más complejo. El artista alude a conciencia a la memoria en un entorno en el que de manera muy sistemática se experimentó su borrado y reprogramado en más de una ocasión -vg. Berlín- y se vale del aislamiento y recontextualización de lugares emblemáticos y elementos simbólicos, custodios de la singularidad del hecho urbano frente a la homogeneización aquí ejemplificada en los Plattenbau, pero que es una constante impuesta por el Mercado Global. La capacidad significativa de la ciudad contemporánea -en especial los significados que se relacionan con la memoria colectiva- está controlada por el poder político y mediatizada por el Mercado, artífices de la organización simbólica del espacio ciudadano; pese a ello, existe una tensión entre poderes fácticos e individuos que aflora con vigor en las coyunturas de cambios cruciales, siguiendo las conclusiones del estudio de Antonio Ontañón, que la/lo define como un ente vivo de acción y transformación. A este respecto, la escultura que recuerda el Palacio de la República de Berlín, símbolo de la RDA, desmontado recientemente por su alto riesgo contaminador a causa de la gran cantidad de asbestos que contenía, de aspecto destartalado y como en equilibrio inestable, representa el fracaso de un modelo de sociedad. El bloque expositivo que componen el mueble-escultura, el vídeo After Glásnot y las Matrióskas remite a la permeabilidad entre lo público y lo privado. Es demoledor el discurso del vídeo acerca de la falta de transparencia y la manipulación que presiden estos procesos. Finalmente, un pequeño dispositivo incorporado a la vitrina del aparador, nos muestra la entrevista en la que Daniel Silvo conversa con el presidente de Eslovenia, Danilo Turk, acerca del vínculo entre la creación y los poderes político y económico, en estos días la misma cosa. El 'Plattenbau' (de 'Platte', panel, y 'Bau', casa) es un edificio construido con paneles prefabricados de hormigón, que en los sesenta y setenta del siglo pasado resultó el medio mas fácil, rápido y económico para resolver el grave problema de la vivienda en aquellas zonas devastadas por los bombardeos de la Segunda Guerra Mundial. A base de ellos se construyeron asentamientos gigantescos, por lo general de baja calidad, en zonas suburbiales y con alta densidad habitacional, pese a lo cual se consideró como una alternativa deseable y gozaron de gran demanda frente a los antiguos edificios. Tras la Reunificación, el descenso demográfico, la restauración de conjuntos históricos y el levantamiento de modernos apartamentos han sido factores coadyuvantes a su desocupación masiva, estimada en torno al millón de unidades. Como consecuencia, muchos se han desmantelado para un posterior traslado o se han demolido; solo unos pocos están en vías de rehabilitación. Ejemplo de este tipo de asentamiento, denominado en alemán 'Neubaugebiet' (nuevas áreas de desarrollo) fue el de Petrzalka, degradado hasta convertirse en el vecindario más peligroso de Eslovaquia. Las acuarelas Petrzalka y Karl Marx Allee, contraponen la tipología de 'Plattenbau' a la de una construcción menos básica y con más pretensiones, aunque mastodóntica, que flanquea la avenida cuyo trazado es casi un calco de la Prospekt Nevsky del Leningrado soviético, en el estilo 'tarta de bodas', favorito de Stalin. El momento histórico actual de crisis profunda está demandando un replanteamiento de modelo tras el colapso del presente a causa de su agotamiento y de la dinámica perversa en que han incurrido casi todos sus actores. Si en la Europa de los totalitarismos se atacó la memoria de sus ciudades, rediseñadas a base de avenidas imponentes, monumentos megalómanos y enormes colmenas habitacionales, a partir de los noventa asistimos a un proceso similar con la deconstrucción de buena parte de los significados de nuestras ciudades al sustituir referentes de su memoria colectiva por intervenciones de arquitectos estrella y recintos comerciales no integrados en su tejido, lo que Rem Kolhaas denomina 'Junkspace', muchas veces en espacios de los que se ha desarraigado a sus habitantes, obligados a instalarse en suburbios masificados. Por otra parte, con el 'boom' de los sesenta los centros históricos habían sido abandonados por las clases medias profesionales, que se trasladaron a zonas residenciales de construcciones unifamiliares, siendo sucedidas por estratos de población más humildes, posteriormente objeto de lanzamientos y desahucios. Con la crisis, las casas desocupadas se cuentan por miles, a veces incluso antes de haberse habitado, lo que lleva hasta extremos muy dolorosos el problema de la vivienda. El vídeo proyectado junto a las instalación de cajas/bloques completa el panorama de estas desoladoras realidades. Es en tesituras como la presente cuando la responsabilidad del intelectual y el artista, su papel como críticos indesmayables, analistas de tensiones y procesos y creativos a la hora de proponer soluciones alternativas válidas e independientes tiene que trascender a la plasmación de una opción ideológica y abrazar el compromiso profundo más allá de la técnica y el diseño, propiciando la acción transformadora de los ciudadanos sobre los ámbitos privado y público. Como respuesta a esta cuestión, la serie Palacio Real, en un alarde de audacia y humor, presenta unas modificaciones estructurales y estéticas sobre este edificio, representativo de la grandeza de un país y de su Monarquía, imprescindibles para adaptarlo a su uso como viviendas sociales. Estas infografías incorporan a unos grabados del Palacio de Oriente, al fin y al cabo una residencia desocupada, fotografías de bloques de barrios populares de las afueras de Madrid, lo que supondría una intervención revolucionaria, no solo en lo social sino también en lo medioambiental como práctica de economía de suelo. Con el proyecto de esta exposición, en la que dialogan esculturas, acuarelas, infografías, vídeos, una instalación de cartones y un aguatinta intervenido con témpera, Daniel Silvo asume su cometido en cuanto que denuncia unas situaciones y esboza ciertas líneas de actuación encajables en un programa de búsqueda de respuestas a los problemas acuciantes de nuestra sociedad, no ajeno a la cobertura de objetivos prioritarios como la defensa de la igualdad, diversidad, sostenibilidad, etc.
Exposición. 19 nov de 2024 - 02 mar de 2025 / Museo Nacional del Prado / Madrid, España
Formación. 23 nov de 2024 - 29 nov de 2024 / Museo Nacional Centro de Arte Reina Sofía (MNCARS) / Madrid, España