Descripción de la Exposición ------------------------------------------------------- ------------------------------------------------------- Desde su primera exposición individual en la Galerie m Bochum (Alemania) en 1993, los Cuadros Iguales del artista español Alfredo Álvarez Plágaro se han convertido en una cita fija de la galería. Sus últimas creaciones, actualmente expuestas y entre las que se encuentran algunas específicamente creadas para el espacio que ofrece la galería, inspiran una vez más asombro y contrariedad. Los Cuadros Iguales son repeticiones múltiples del mismo motivo pintados exactamente de la misma manera y que contradicen por lo tanto la noción tradicional de que una pintura debe ser un objeto bien diferenciado, una obra de arte única en su género. Plágaro subraya esta contradicción entre repetición y singularidad y la aplica en los diferentes niveles de sus obras, convirtiéndolo así en el principio básico de sus pinturas. Y esto resulta aún más sorprendente si prestamos atención al hecho de que la pintura no es en sí misma, contrariamente a la impresión o a la fotografía, un medio técnicamente reproducible. Toda repetición debe hacerse a mano, como parte de un proceso pictográfico creativo simultáneo. Por ello, cada cuadro es a la vez un original y una reproducción y es precisamente esta discrepancia la que abre la puerta de un maravilloso juego paradójico que hace dudar de los criterios analíticos convencionales.
Nuevas Pinturas Iguales.
También resulta interesante que la repetición aumenta la importancia de los elementos individuales de cada obra en vez de restársela. Así, el mismo concepto pictórico cobra forma en varias ocasiones, lo cual confiere mayor fuerza a la obra; fuerza que un sólo cuadro no habría podido lograr. La mirada del espectador se pasea de un cuadro a otro mientras los compara sin cesar, percibiendo así claramente tanto la versatilidad del proceso pictórico como las finas diferencias específicas de los elementos individuales. De hecho, estas diferencias no se incorporan sistemáticamente, sino que más bien emergen desde el proceso pictórico simultáneo que el autor lleva a cabo de forma paralela. Plágaro no busca representar un motivo en particular, sino que convierte en el objeto de su obra a la pintura como tal.
Otro asombroso rasgo de los Cuadros Iguales es la cantidad de posiciones diferentes que permiten a la hora de exponer, lo que pone en tela de juicio otro de los principios característicos de una composición pictórica clásica, totalmente desnuda de toda ambigüedad. Al aunar las formas, las superficies y los colores en un equilibrio tan finamente calibrado, Plágaro consigue que a sus cuadros no los gobierne una posición sometida a las reglas cardinales habituales. Se pueden además explorar otras variantes, como las de poner un cuadro al lado de otro, encima, o incluso presentarlos en bloque. Todas estas variaciones en términos de orientación y colocación tienen como resultado que el número de apariencias posibles es elevado y que la libertad a la hora de colgar una obra es prácticamente total.
Los Cuadros Iguales de Plágaro ponen de manifiesto los polos opuestos de la libertad contra las reglas establecidas, el de la singularidad frente a la repetición y el que repele a la identidad de la diferencia, al tiempo que todo queda enmarcado dentro de un proceso que disuelve las estructuras jerárquicas tradicionales mediante unas pinturas extraordinarias.
Exposición. 13 dic de 2024 - 04 may de 2025 / CAAC - Centro Andaluz de Arte Contemporáneo / Sevilla, España
Formación. 01 oct de 2024 - 04 abr de 2025 / PHotoEspaña / Madrid, España