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Cuéllar, uno de los artistas españoles con mayor proyección desde la década de los 90, nos plantea en sus últimos trabajos una realidad íntima, crítica y descreída. En esta ocasión, el artista muestra una serie de trabajos que aluden a la propia función de la pintura. Una pintura que el propio autor califica de 'tuneada' y que se inspira en los graffitis que fueron realizados por diferentes artistas internacionales sobre el muro de Berlín, festejando el veinte aniversario de su caída.

Juan Cuéllar insiste en su iconografía más reconocible sobre mascotas eléctricas, arquitecturas, coches de diseños imperecederos y familias relucientes e impecables sin rostro. En definitiva, un mundo que el paso del tiempo no ha modificado. Se trata de imágenes congeladas en la ... memoria de la sociedad, patrones indestructibles a pesar del vértigo inexorable de la moda.

Heredero de la estética pop valenciana, Cuéllar mantiene en sus obras una delicada y minuciosa técnica, en donde las tintas planas han evolucionado hacia una riqueza tonal muy sutil, la cual refuerza el concepto de 'tuneado pictórico' que mantiene en su planteamiento conceptual.

Juan Cuéllar es licenciado en Bellas Artes por la Universidad de Valencia y su obra se encuentra repartida en prestigiosos museos y colecciones, como el Museo Artium de Álava, el IVAM, el Museo Municipal de Madrid, Club Diario Levante, la Fundación Cañada Blanch de Valencia y la Fundación Coca-Cola entre otros. Ha colaborado en la revista 'Mundos' y en 'La Naval' y ha recibido importantes becas como la de Alfons Roig de la Diputación de Valencia, la de la Academia de Bellas Artes de España en Roma y la beca Fortuny de Venecia. El artista expone en el panorama nacional e internacional (USA, Italia) así como habitualmente en ferias como Arte Santander. Arte Lisboa y Scope N.Y.