Con una mirada penetrante escudriña la realidad en busca de nuevas formas de abarcar el mundo circundante, desde “una cantera de Felanitx, bajo tierra o mirando a los árboles de frente” y llega a nuevas perspectivas volando para “ver los paisajes desde más arriba” o incluso sumergido bajo el agua paseos subacuáticos vestido de buzo en los que “descubro que todo es lo mismo: luz, pero la veo de formas distintas. En el agua, el aire se acumula y no se transparenta”, relata. Precisamente bajo el agua “todo está lleno de color y así me he dado cuenta de todo el que ha desaparecido de la tierra. Pinto lo que desaparece”, confiesa Joan.
Sus Pintures abarcan un largo periodo porque “pinto mucho tiempo en el mismo cuadro para que me alucine. Puedo pintar un árbol mientras crece a lo largo del año. Con hojas, sin hojas. Tiene todas la evoluciones de...la planta”. Este proceso le ha conducido a alejarse de corrientes y vanguardias y realizar obras de índole más personal: “Ahora soy más yo y me da igual si los peces van por el cielo, como si las plantas están dentro del agua. Todas estas manchas de color son luz dando lugar a las formas”, indica.
Resultado de este extendido trayecto que abarca dos décadas son las obras que se exponen hoy en Sala Parés y que dan muestra del carácter único y distintivo de la mirada del mallorquín vuelta hacia su tierra, su cielo e incluso sus aguas mediterráneas.
Entrada actualizada el el 28 oct de 2020
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