-------------------------------------------------------

-------------------------------------------------------

Pertenecen a la misma generación, y aquí podríamos armar una metáfora invertida de Jorge Luis Borges; nos encontramos frente al jardín de los senderos que confluyen. La pintura es el gran jardín y los senderos el camino de estos cuatro artistas que se encuentran con convicción, pasión y sensibilidad para adentrarse en el misterio del lenguaje pictórico.

Compartiendo los mismos lugares y enseñanzas en la etapa de formación en las escuelas de Bellas Artes de donde egresan en la década del 80, formados en el amor por el oficio y las cualidades del lenguaje, evocan y afirman la posta de los maestros que le precedieron.

No abrumados por las presiones de lo mediático, las modas o los cliché de realizar algo nuevo, fueron construyendo la obras en sintonía ... con el desarrollo de su propia condición humana, fortaleciéndose desde el yo profundo, conscientes del verdadero valor de la acción, del como expresar, del como decir.

Así cada artista, y su obra nos transportan a experiencias sensoriales y sensibles distintas, la manifestación pictórica expresada con identidad acentúa las diferencias que a su vez acrecientan la convivencia y unidad del conjunto.