Descripción de la Exposición Las pinturas murales de Jesús Mateo (Cuenca, 1971), en Alarcón, protegidas por la UNESCO por su alto interés artístico mundial son capaces de resonar en nuevas obras. Es pintura que incita a la descripción y a la reflexión. Es obra que se afirma y se niega. Es forma y fondo. Es pura ductilidad conceptual. La mirada de los fotógrafos convocados en esta exposición no es sino una muestra segmentada de la versatilidad sígnica del mural. Desde los claroscuros de Alberto Schommer o Chema Conesa; los ángulos incandescidos de luz que Ferran Freixa; la espectacularidad del espacio de José Manuel Navia, la biografía paisajística de Carlos Pérez Siquier. Algunos han encontrado inmediatas referencias a su propia obra como Miguel Oriola, Luis Malibran o Ciúco Gutierrez. Chema Madoz descontextualiza y crea una bella simbiosis, que sincretiza la fotografía, la pintura y la música. Fernando Maquieira reencuentra las sinuosas curvas primarias que pigmentan el mural Hay miradas místicas y silentes como las de Laura León; levedad en José Luis Santalla; exaltación y con-fusión de los cuatro elementos en Beatriz M. Barrio, arenas en llamas incandescentes y nieves perpetuas en la mirífica mirada de Rosa Muñoz. Es el mosaico de José Latova quién con maestría compositiva y demiúrgica establece referencias con el devenir del arte. Jean Marie del Moral provoca una controlada explosión de luz y Toni Catany explora la lírica del silencio. Es la alegría antropológica de Cristina García-Rodero o la inmanencia de los ancestros de Luís de las Alas. Completan la exposición los nombres de Claudio Alvarez, Jose Antonio Sanguinetti y Ramón Verdugo. Esta nueva exposición de EFTI es la explosión de la emoción, el regocijo creador que provoca el entusiasmo y, ante todo, la mirada imperecedera que nos ofrecen más de veinte demiurgos de la luz sobre la pintura y el mundo de Jesús Mateo.
Formación. 01 oct de 2024 - 04 abr de 2025 / PHotoEspaña / Madrid, España