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No fue pincel entre tus dedos

el que puso a la piedra

palpitación humana,

el color del milagro

fue tu alma

iluminado la materia,

corazón en el pecho de la tierra

sembrando con tu voz

torcales guadarramas

Piedras que llevan luz

formas nacidas para perder la ingravidez,

pinta, pues, la nostalgia de tu cielo,

el comienzo del mundo,

la flor del azahar.

Pinta el regazo del cariño,

la brasa del amor que incendia los olivos,

piedras de eternidad

abriéndote sus brazos como lluvia

de estrellas de colores,

fuerza del pedernal en tu pintura

que invoca ... seda y ruiseñor cantando.