-------------------------------------------------------

-------------------------------------------------------

Bajo el título 'Pinturas' regresa la obra de Juan Díaz (Toledo 1953) a Sala de Arte Van Dyck, un habitual de la galería gijonesa ya que será esta su séptima monográfica, siendo la última la celebrada en 2010. Es esta una de las más esperadas exposiciones pues el artista cuenta con un gran número de seguidores y coleccionistas deseosos de volver a disfrutar de su obra en Asturias.

Desde que en 1972 realizase su primera exposición individual, la intensa labor creativa del toledano le ha llevado a ocupar un destacado puesto en el panorama artístico español y también reconocimiento a nivel internacional. Su obra forma parte de las colecciones de distintos museos y también de colecciones privadas e institucionales de Europa y América. Así mismo su trabajo está presente en las más importantes ... ferias de arte del planeta como ARCO (Madrid), ARTEBA (Buenos Aires) o ART NEW YORK (Nueva York) y ha sido merecedora de numerosos premios, como pueden ser el Nacional de Acuarela o el Salón de Otoño en Madrid.

La muestra que podrá visitarse desde el 15 de marzo al 9 de abril se compone de un total de 40 piezas aproximadamente entre las que cabe destacar los novedosos formatos que dotan a la acuarela de una impronta más 'vanguardista'. Destacan las denominadas por el artista como estelas: columnas de metacrilato que albergan en su interior el papel enrollado a modo de pergamino e insertado en un lecho de arena o polvo de mármol que dan a la obra un carácter casi escultórico. Se trata, por lo tanto, de obras entorno a las cuales se puede deambular apreciando sus diferentes puntos de vista.

La obra de Juan Díaz invita al sosiego, la reflexión, el silencio... Paisajes nevados, marinas o escenas urbanas en los que el tiempo parece detenerse y donde el mundanal ruido queda suspendido en un insondable abismo. Creaciones muy poéticas tratadas con una delicadeza técnica dignas de contemplación.

La acuarela de este veterano artista se caracteriza por una pincelada muy diluida, casi invisible, en la que el trazo del pincel es imperceptible y de la que surgen de una forma prácticamente mágica los paisajes: playas, desiertos, arenales o páramos nevados envueltos en una luz muy difuminada.