Descripción de la Exposición
La pintura es un acto de resistencia y persistencia que viene desde de los hipogeos de Tierradentro, las cuevas de Altamira y Lascaux o los murales de Bonampak, las pinturas chinas y del Imperio Egipcio Antiguo; pasando por las ancestrales pinturas de Constantinopla, Roma, Pompeya, India, los dibujos de los Navajos y las esculturas pintadas de los Olmecas, los monolitos de San Agustín, los Calima, Incas y los Mayas entre muchas maravillosas culturas que apenas podemos reconocer en el tiempo. Su inmortalidad es parte del hombre y su esencia. Los monjes del medioevo iluminaron los exquisitos manuscritos de la Biblia y Libros de la Horas, otros han pintado en paredes y calles para atraer nuestra atención con sus potentes mensajes y así se han opuesto a la muerte.
Principiando el siglo XX, la pintura se convirtió en objeto de intensas discusiones y censura que, con sus validaciones y osadía, sentó las bases de lo que serían las vanguardias y el trazado para el arte hoy. A mediados del siglo pasado se llegó a decretar su muerte para dar paso a otros lenguajes más dinámicos. Muchos la lloraron y aún la lloran, y otros la defienden sin que ésta lo requiera o le interese. La pintura misma ha sobrevivido y sobrevivirá a todos los embates a los que se le someta a través de la historia. En los años noventa fue vista como una extensión decadente de una modernidad que acabó con todas las utopías. La pintura proscrita se camufla y resucita, evidenciando su fragilidad y desnudez sin ningún pudor, luego reaparece expandida, cada vez más dinámica y vital, libre de especulaciones y falsas expectativas.
La pintura, inmortal por su capacidad de reinvención y su permanente transmutación en cada generación de artistas, mujeres y hombres, ha sabido dejar en este lenguaje exquisito toda la inconmensurable dimensión del espíritu humano. Nada la detiene porque es eterna, siempre está expandiéndose y relacionándose con otras manifestaciones del arte y de la vida. Su paso ha sido un luminoso faro que guía el espíritu rebelde de quienes se han sobrepuesto a su condición mortal. La pintura que los pintores y pintoras han legado a través de los milenios son la herencia que propicia su eternidad.
En Colombia, al llegar la década de 1990, y como resultado del final de las utopías que cayeron junto con el muro de Berlín, la pintura parecía proscrita y desterrada de los escenarios nacionales del arte. Entonces buscó en su pasado nuevas rutas, instalándose en la posmodernidad para continuar con su vigencia. Los artistas tomaron posiciones más críticas y los pintores, que cada vez eran menos, aprovecharon para aligerar cargas despojándose del estilo y despreocupándose de la figura del héroe plástico.
Pintar hoy es tarea difícil, requiere de disciplina y pasión, conocimiento y dedicación, sorpresa y fascinación, crítica e ironía; es un tiempo distinto el de los artistas que hablan desde la pintura. Desconocemos el poder expansivo de una fuerza que está ligada a la vida de los que la ejecutan y se acercan a vivir, siempre intentando y buscando en ella. Mirar pintura también es difícil porque es mirar más allá de las apariencias para concentrarse en un movimiento distinto. Observar la pintura requiere de tiempo y dedicación, es ser capaz de diseccionar interpretar, reconstruir, destruir y entregarse a lo inexplicable, lejos del afán de novedad e inmediatez de lo superficial.
Hoy la pintura se expande ilimitadamente en múltiples asociaciones: ligada al video, a la gráfica, a la infografía, a las publicaciones, ligada a la escultura y a la instalación; a la escultura como parte de lo performativo. Escéptica como parte de su propia destrucción o auto infringiéndose castigo, emitiendo signos de rechazo y negación como una anomalía en su organismo, ahora la pintura se reinventa eternamente inmortal.
Con su actitud y respuesta ante la vida y la obra, el artista pintor hoy ya no se define sólo por la habilidad en el manejo de lo técnico o su destreza, sino por su capacidad de hacer visible lo invisible.
José Horacio Martínez
Actualidad, 25 may de 2021
#Loquehayquever en Colombia: dueto en Casas Riegner y dobles propuestas en La Cometa y El Museo
Por Gustavo Pérez Diez
La pintura a escena en las galerías bogotanas Casas Riegner, El Museo y la Cometa, como un acto de diálogo, resistencia, persistencia, serendipia y renacimiento. También la fotografía tiene un ...
Exposición. 13 dic de 2024 - 04 may de 2025 / CAAC - Centro Andaluz de Arte Contemporáneo / Sevilla, España
Formación. 01 oct de 2024 - 04 abr de 2025 / PHotoEspaña / Madrid, España