En unos tiempos de lujuria tecnológica y obviedad formal La Xina A.R.T. tiene el placer de presentaros la obra de dos pintores que con este explícito título y sin agotar el proverbial millar de palabras, ellos mismos nos explican su trabajo:

'Cierra tu ojos corporales para que puedas ver con tus ojos del espíritu. Después conduce hasta la luz del día lo que has visto entre tinieblas, de manera que aquella imagen actúe llevando al observador desde el exterior hasta su propio interior. El pintor no ha de pintar meramente aquello que ve delante de él, sino aquello que ve dentro de él. Si no descubre nada en él mismo, que renuncie a pintar lo que ve afuera.'

 Caspar David Friedrich

No hemos encontrado mejor carta de presentación para nuestra exposición que estas palabras ... del pintor romántico alemán. ¿Qué relación podemos encontrar en nuestro trabajo pictórico que nos lleva a exponer juntos? Seguramente esta reivindicación de la mirada interior como condición para la pintura. El proceso es parecido en ambos: un diálogo directo, impulsivo, con el azar de las manchas y los colores, intentando que tomen forma los rincones de cada uno que sólo cerrando los ojos se dejan entrever. Vista así la pintura, la figuración se hace mínima, importa menos que la expresión. ¿Qué más da si el cuadro es paisaje o pulsión interior? Y aun cuando el horizonte pintado nos habla claramente de paisaje, ¿qué más da que la extensión sea la soledad del mar o las llanuras inacabables de los Monegros?En última instancia, y sobre todo, nuestros cuadros son pintura.Una cita más, esta vez de un poeta chino del siglo XII, nos recuerda cómo de antiguo es el placer de encontrar en la pintura expresión, más que figuración, de 'aquello que el pintor ve delante de él':

'¿Quién hubiera pensado que una mancha roja provocaría el estallido de la primavera?'