Descripción de la Exposición ------------------------------------------------------- ------------------------------------------------------- La Casa Encendida de Obra Social de Caja Madrid presenta la exposición “Pintores de Aztlán” un recorrido sobre la pintura chicana. Comisariada por Mireia Sentís, en la muestra podrán verse cerca de 60 obras de los artistas: Frank Romero, Carlos Almaraz, Wayne Healy, Chaz Bojórquez, John Valadez, Adán Hernández, Patssi Valdez, George Yepes, David Flury. Paralelamente tendrán lugar una serie de actividades como el programa Chicanos en la entreplanta, una selección de video arte chicano, comisariado por Rae Anne Robinette, y tres conciertos de música chicana (30 de Marzo al 1 de Abril). Además, se imparte un taller de muralismo con Wayne Alaniz Healy (26- 30 de Marzo) presente en la muestra, un taller de literatura chicana con Juan Bruce Novoa (26-29 de Marzo) y para terminar un seminario sobre cultura chicana (29-31 de Marzo). La identidad chicana, contexto histórico Así, la cultura de los mexicanos que quedaron en el territorio norte fue transformándose poco a poco, dando paso a una nueva identidad cultural, totalmente propia, pero que comportaba/compartía dos cuadros de referencia. Un siglo después de la construcción de esa frontera, empezó una profusa emigración del sur al norte que no ha hecho más que ir en aumento. Hacia 1960 el número de mexicanos trabajando en los campos de sus ex tierras, pero sin ninguna cobertura social, era ya lo suficientemente grande como para que empezaran a exigir ciertas condiciones de trabajo. Es cuando nace el Chicano (término que refleja raíces precolombinas) Civil Right Movement, con César Chávez como su líder. Este movimiento pronto sintió la necesidad de disponer tanto de slogans como de una iconografía propia. En 1965 se unieron al movimiento estudiantes y artistas. Estos últimos inspirándose en los muralistas de su país de origen y en su voluntad de inmortalizar a los héroes populares, crearon una fascinante cartografía tanto antropológica como político-social. En los años setenta ya se les reconocía, en sus propias comunidades, no ya como artistas activistas sino como artistas a secas. No es hasta fechas relativamente recientes que han empezado a ser aceptados por Norteamérica como una potente y autóctona corriente artística. El nacimiento del Arte Chicano El Plan Espiritual de Aztlán marca el nacimiento del arte chicano, cuya primera etapa se extiende hasta finales de la década de 1970. Además del realismo ruso y mexicano, los artistas chicanos incorporan a sus modelos la revolución cubana. El muralismo arraiga especialmente entre ellos por la misma razón que lo había hecho entre los mexicanos: las óptimas condiciones climatológicas. En el caso de Los Ángeles, capital mundial del muralismo, se sumaba otro hecho importante: los kilómetros y kilómetros de muros construidos alrededor de las autopistas, enormes superficies visibles y aptas para pintar. Aunque ya configurada, la estética chicana no emerge con fuerza hasta 1977, cuando el National Endowment for the Arts decide prestar atención a un colectivo que combina activismo político e inteligencia creativa mediante las técnicas más diversas. Los artistas políticamente comprometidos de los años 60 han visto cumplirse muchas de sus reivindicaciones y objetivos: reconocimiento de la cultura autóctona, acceso general a los diferentes niveles de enseñanza, instauración de departamentos específicos y programas bilingües en las universidades, etc. Habiendo alcanzado la pintura mural una significación tan marcada en sus comienzos —y el graffiti, telón de fondo constante en los barrios chicanos, puede considerarse una extensión del muralismo—, seguir la pista de algunos de estos pintores entraña un especial atractivo. Ante todo, continúan siendo figurativos, porque continúan queriendo ser espejo de una realidad social. Debido a la asociación preferente que se ha establecido entre jóvenes artistas contemporáneos y nuevos medios de expresión (performance, vídeo, fotografía, instalación…), la pintura chicana ha tenido pocas oportunidades de difusión. En estos inicios del siglo XXI, resulta como mínimo estimulante decantarse por un soporte tan clásico como el lienzo. La cultura mexicana está sumergida en el color, y este elemento ha sido expresamente destacado por los pintores chicanos. Los artistas participantes en la muestra son: Frank Romero (Los Ángeles, 1939), Carlos Almaraz (México DF, 1941), Wayne Alaniz Healy (Los Ángeles, 1946), Chaz Bojórquez (Los Ángeles, 1949), John Valadez (Los Ángeles, 1951), Adán Hernández (Texas, 1951), Patssi Valdez (Los Ángeles, 1952), George Yepes (Tijuana, 1956) y David Flury (Los Ángeles, 1972).
Muestra obra de los artistas Frank Romero, Carlos Almaraz, Wayne Alaniz Healy, Chaz Bojórquez, John Valadez, Adán Hernández, Patssi Valdez, George Yepes y David Flury.
La actual frontera entre México y USA fue creada por una guerra: la México-americana (1847-1848). Después de entrar en México DF, los Estados Unidos hicieron firmar a México el tratado de Guadalupe Hidalgo por el cual los mexicanos cedían las tierras que son ahora Arizona, California, Nuevo México, Utah, Nevada y parte de Colorado, a cambio de 15 millones de dólares.
Los creadores mexicanos están presentes en la escena artística estadounidense desde principios del siglo XX, a partir de la revolución de 1910, que desencadena el primer desplazamiento masivo de emigrantes.
Pintores de Aztlán
La muestra que ofrecemos acota tan sólo una pequeña parcela del arte chicano, centrada en una disciplina y representada por creadores de una misma generación. En el término Aztlán se reconocen exclusivamente una serie de artistas formados en los inicios del Movimiento, en sintonía con el llamado Plan Espiritual de Aztlán. Varios de ellos viven en Los Ángeles, la ciudad donde ha tenido mayor auge la corriente de pintura urbana que nos interesa subrayar. Habría que añadir que no nos centramos sólo en una ciudad, sino casi en un barrio: East LA, la zona considerada más dura, situada al Este de Los Angeles River.
A pesar de los problemas pendientes, estos factores han permitido al creador dejar de tener como responsabilidad primordial servir de plataforma ideológica. En consecuencia, ha podido sumergirse en su estudio y explorar su intimidad. Resulta muy interesante descubrir qué representaciones emergen desde esa creatividad de “puertas adentro”.
Exposición. 26 nov de 2024 - 16 mar de 2025 / Museo Nacional del Prado / Madrid, España
Formación. 23 nov de 2024 - 29 nov de 2024 / Museo Nacional Centro de Arte Reina Sofía (MNCARS) / Madrid, España