Descripción de la Exposición ------------------------------------------------------- ------------------------------------------------------- En la muestra se contemplan cuarenta y siete obras del genial artista. Entre ellas doce grabados pertenecientes a series tan importantes como la Suite Vollard o la Suite 156 y siete libros ilustrados ('libros de baraja'), tales como: - XX Siècle. L´Écriture Plastique. Gualtieri di San Lazzaro. - La tauromaquia. José Delgado alias Pepe Illo. - Gavilla de fábulas sin amor. Camilo José Cela. - Hommage a Goerge Braque. André Bonoit. - Sable Mouvant. Pierre Reverdy. - Le Cocu Magnifique. Fernand Crommelynck. - El entierro del Conde Orgaz. Pablo Picasso. La obra gráfica exhibida recorre desde los años 30 a los 70. Y procede, exclusivamente, de colecciones públicas y privadas de Extremadura. La muestra se complementa con 20 libros ilustrativos de la trayectoria de Pablo Ruiz Picasso. En el catálogo realizado especialmente para la ocasión, aparecen textos de Juan Manuel Bonet, Guillermo de Osma, Antonio Franco, Lourdes Moreno, y del propio comisario Pedro Pizarro. Desde que Picasso creó el lenguaje cubista siguió siendo fiel 'a su manera' a la representación de planos autónomos e independientes y a la multiplicidad de miradas sobre un objeto, esa multiplicidad de aristas que podríamos llamar la multiplicidad del vértice. Esa visión polimórfica es la que hizo de Picasso uno de los más originales creadores de todos los tiempos, y ello puede apreciarse en el grabado, un medio en el que se expresó en numerosas ocasiones. Picasso se identifica, frecuentemente, con el espectáculo circense, cuyos personajes representó. Identifica la comedia italiana con un trasunto de la vida. Y especialmente en el grabado, plasmó todo ese mundo de acróbatas, de bailarines, de juego, de mujeres... constituyéndose en un compendio de su propia visión de la vida, del sufrimiento, del dolor, de la vejez, del cortejo, del sexo y de la muerte. Un creador cuya producción puede ser interpretada como un diario íntimo de sus acontecimientos vitales. La referencia de Picasso a los autores antiguos es evidente, como es el caso de El Greco o Ingres. En referencia al primero de los cuales se expone su interpretación de El entierro del Conde de Orgaz. La perspectiva desaparece en un deseo de devolver al cuadro, a la obra, su verdadera dimensión espacial, su valor como contenedor objetual y no como un instrumento mimético. El Picasso grabador, sobre todo el de los últimos años, es un creador que no siente la necesidad de representar nuevos mundos, sino de plasmar los que viven en él. La lejana etapa azul, de alguna manera, fue simbolista, nutrida de figuras desoladas y melancólicas; la rosa, se alimentó del mundo del circo, y derivó en un estudio formal, preámbulo introductorio del movimiento posterior; y en la cubista diseccionó la realidad para encontrar otra alternativa, una visión de un mundo fraccionado y múltiple. La iconografía que aparece en su obra gráfica es, fundamentalmente, el sexo, el taller del pintor, la violación, el voyeur; maestros del pasado y homenajes; y por otra parte, el circo, acróbatas, amazonas y los temas mitológicos. El tema del circo y sus acróbatas está representado en la exposición por un grabado realizado en noviembre de 1933. Es una escena de movimiento concatenado y elegante. Entre 1930 y 1937 Picasso realizó por iniciativa del marchante Ambroise Vollard cien grabados que fueron agrupados y denominados como Suite Vollard, algunos de los cuales se presentan en esta exposición. Es un triunfo del dibujo y de la línea que entroncan con la tradición renacentista. Picasso hace del desnudo masculino y femenino uno de los ejes sobre los que se articula la mayoría de los grabados de la Suite. En ocasiones como en Violación IV, aparecen formas voluptuosas. O el caso evidente del voyeur en el grabado Dos mujeres, la trascendencia del espejo y del reflejo como parte de este asunto no ha escapado a su ojo. También tenemos ejemplo de la famosa la Suite156, con Degas soñando. Chicas entre sí. Pasividad y actividad como dos posibles actitudes ante la vida. Esta miscelánea de grabados es el último esfuerzo creativo del pintor y un homenaje sincero a todos sus personajes y temas, pues en ellas coexisten referencias a la Historia del Arte, a Rembrandt, a Goya, a Ingres, a Degas, a la mujer, al cuerpo deformado, al desnudo... Picasso llegó a ilustrar un total de 156 libros. Estas colaboraciones le permitieron estar en contacto con un mundo, el de la literatura, los escritores y los poetas al que siempre se había sentido muy cercano desde los primeros tiempos. En cuanto a los libros ilustrados que pueden verse en esta muestra, el primero de ellos, cronológicamente, es un ejemplar de la publicación periódica sobre arte XX Siècle, L?Ecriture plastique de 1958. Otro libro es la tauromaquia de José Delgado alias Pepe Illo, de 1959. Dibujando directamente con el pincel sobre las planchas de cobre realizó un completo recorrido por los diferentes momentos de la fiesta taurina. Sorprenden los esquemáticos efectos de luces y sombras y el dinamismo de los personajes y el toro. También puede contemplarse el libro Gavilla de fábulas sin amor, realizado en 1962, con texto de Camilo José Cela. Un asunto mitológico tratado con un dibujo de un gran dinamismo. Otro de los ejemplares exhibidos es Le Cocu magnifique. Farsa en tres actos, con ilustraciones de Picasso. Son doce escenas representativas de su iconografía más personal. El entierro del Conde de Orgaz, publicado en 1969 ilustrado con 12 aguafuertes sobre cobre, 1 al buril y 3 aguatintas. Para el libro Rafael Alberti escribió un prólogo titulado No digo más que lo que no digo. Junto a los libros ilustrados por Picasso, aparecen otros en esta muestra con un pretendido carácter didáctico y pedagógico y cuya pretensión es la de ilustrar al gran público sobre su obra. Son textos de escritores y coleccionistas que tuvieron un importante papel en la biografía del pintor, tal es el caso de la norteamericana Gertrude Stein, poetas como Jean Cassou, conocidos intelectuales que aportaron su visión analítica como José Ortega y Gasset o Eugenio d?Ors, críticos e historiadores del arte como Juan Eduardo Cirlot, marchantes históricos como Ambroise Vollard, fotógrafos que convivieron con el maestro, conocieron su taller y su forma de trabajar como Brassaï. La exposición intenta aportar una visión poliédrica de Picasso, con su realidad diversa, con sus diferentes perspectivas, tanto como lo eran su personalidad y su obra. Visión poliédrica desde la multiplicación del vértice.
Obra gráfica en las colecciones de Extremadura:43 grabados, 20 libros ilustrados, material bibliográfico
Exposición. 31 oct de 2024 - 09 feb de 2025 / Artium - Centro Museo Vasco de Arte Contemporáneo / Vitoria-Gasteiz, Álava, España