Descripción de la Exposición ------------------------------------------------------- ------------------------------------------------------- En 'Picasso. La Danza' se descubre la inmersión de Picasso en el mundo de las artes escenográficas. Un mundo al que llega de la mano de Serge Diaghilev, el gran empresario de los Ballets Russes interesado en reunir a los mejores artistas para hacer del ballet un 'arte total'. La exposición se puede dividir en dos grandes bloques: las escenografías realizadas por Picasso entre 1919 y 1924 donde encontramos a un Picasso burgués, que ya ha alcanzado el éxito y se incorpora a la noción de arte total, y una segunda etapa de relación con la danza que se puede situar entre 1968 y 1972. En este periodo se recogen diferentes estampas pertenecientes a las Suites 347 y 156. En ellas encontramos a un Picasso anciano que recuerda y reflexiona acerca de aquello del mundo de la danza. Podemos encontrar en estos grabados la melancolía de un hombre que amaba el cuerpo femenino. Picasso se convierte en esta etapa en un contemplador que recuerda aquella época. La muestra se complementa con un documento gráfico. Se trata de una reconstrucción historicista del ballet de la Ópera de París de 1919 realizada ochenta años después. Picasso (1881-1973) tuvo hasta 1924 una gran dedicación a las artes escénicas. Entre 1899 y 1902 queda patente su interés por los cafés cantantes y los cabarets. De 1899 datan los dibujos de las bailaoras realizados en Barcelona, y de 1901 se conservan unos carboncillos de bailarinas. Las acuarelas realizadas en Roma en 1917 se pueden considerar auténticas anotaciones sobre pasos de danza. Adquiriendo una especial importancia su dedicación a los telones de escena, decorados y vestuario para diversos ballets a partir de la colaboración con Serge Diaghilev, el empresario de los Ballets Russes. En esta línea, Picasso colaboró directamente en la composición escénica de diversas obras: Parade (1917), Le tricorne (1919), Pulcinella (1920), Cuadro flamenco (1921), L'après-midi d'un faune (1922), Antígone (1922), Mercure (1924), Train bleu (1924). En 1925, atraído por el movimiento surrealista revolucionario fundado por André Breton, crea una de sus obras pictóricas decisivas, Les trois danseuses de la Tate Modern de Londres, que se puede interpretar como un grito entre la súplica y el éxtasis, quizá la danza de la muerte. Hay que señalar que su realización coincide con la muerte de su amigo Ramón Pichot y posiblemente en la obra se encuentra presente el recuerdo del suicidio de su también amigo Carlos Casagemas. A partir de esta fecha son esporádicas y escasas sus intervenciones directas en obras escénicas: Le 14 julliet (1936), Andromaque (1944), Le rendez-vous (1945), Edipe roi (1947), Chant funèbre (1954), L'après-midi d'un faune (1962), Icare (1962). En cuanto a dibujos y estampas que tratan el tema de la escenografía tenemos que comentar su escasez: en 1954 dos litografías (13 febrero y marzo), en 1959 un linóleo y una litografía (17 noviembre), en 1964 un linóleo (4 enero), y en 1967 un dibujo (30 diciembre). Únicamente en los años 1968 y 1970 (Suite 347 y Suite 156) aumenta el número de estampas con temas de danza, pero no tratando la danza en sí misma, sino tal vez como recuerdo de su juventud para sobreponerse a las penalidades de la vejez, del que ya sólo se siente contemplador activo.
De Le Tricorne a las Suites 347 y 156
Exposición. 09 ene de 2025 - 14 feb de 2025 / Galeria Leandro Navarro / Madrid, España
Formación. 01 oct de 2024 - 04 abr de 2025 / PHotoEspaña / Madrid, España