Descripción de la Exposición El cruce de relaciones que se establecen en el interior de la imagen, tal vez sea el origen de un estilo inconfundible, como es el caso de la pintura de Pia Fries. El modo en que los gestos se apoyan en el espacio que la artista les ha concedido, aporta sentido a la obra, a la pintura en concreto y definen la posición personal de la autora dentro del panorama pictórico contemporáneo. Es la tercera cita individual de Pia Fries en la galería Distrito 4, donde presenta obra recién llegada de Düsseldorf -donde vive y trabaja-, y en la que reconocemos a la autora sin necesidad de leer su nombre en las cartelas. Las pinturas que se reúnen en esta ocasión, se formulan a través de la coordenada tal vez más característica de la pintora suiza: la convivencia de las fuerzas que tensionan el lienzo. El juego particular entre el espacio invadido y las zonas sobre las que permite que las formas se detengan, el modo en el que administra la energía a lo largo y ancho del espacio pictórico. Vínculos cromáticos, fuerzas dialogantes, composiciones en continua supervivencia. Flores, cintas, lazos, conjuntos de óleo rastrillado, manchas, grumos, bajorelieves abstractos que reposan en una u otra parte del lienzo, de modo azaroso y autoreflexivo al mismo tiempo. Alumna de Gerhard Richter en sus comienzos, Pia Fries adquiere pronto un estilo inconfundible a la hora de enfrentarse a la superficie. Así como Richter ahogaba el lienzo en cada pintura, parece como si Pia Fries adoptara la visión submarina como punto de vista, al dejar flotar los motivos pictóricos como magmas de vegetación acuática. Las formas logradas contienen un movimiento figurado de manera implícita. Las formas parecen haber caminado con total libertad por el fondo del lienzo antes de fijarse de una vez por todas al óleo terminado. Zonas espaciales nunca vacías, pinturas que carecen de rostro definitivo; quizá podrían reconocerse estas dos constantes vitales a lo largo de la trayectoria de Pia Fries. 'La metamorfosis es un tema constante que recorre toda mi obra', -comentaba hace unos años-. 'En realidad, el tema es la transformación o lo transitorio, las transiciones, los estados de transición, tal como nosotros mismos siempre nos transformamos'. Cuando la obra se da por terminada, es posible apreciar la transición de la que habla como motivo fundamental en el proceso que lleva a cabo hasta frenar su impronta en la imagen. 'Cuando nos observamos -continua Fries- también nos transformamos. Es un principio vital constante: por un lado, una nueva creación, y por otro, una pérdida, un ir y venir, devenir y expirar'. Sea por medio de serigrafía, transferencia fotográfica, estampación variada, peinado de masas de colores previamente confundidos, formas volumétricas de óleo sobre madera, la soldadura entre las variadas técnicas que utiliza es el lenguaje con el que relaciona el espacio bidimensional. Subacuática en el sentido cinético de la vegetación marina, o en el polo opuesto, podemos vislumbrar en sus obras una sensación de cubrecamas, grandes colchas abstractas que evidencian su propia superficialidad. Para colocar las formas en su sitio, Pia Fries necesita el plano horizontal, el plano de tierra. La perspectiva, resulta evidente, no entra en juego. El gesto físico permanece a la vista, el proceso que conforma la huella se encuentra destapado. Es posible imaginar su cuerpo sobre la superficie tumbada, al deslizar o agrupar en el lugar adecuado cada signo autorreferencial del micromundo de manchas coloreadas con las que juega hasta que llega el momento de colocar la imagen definitiva en vertical. 'El color -dice Fries- tiene cuerpo y piel, como usted o como yo. Ese cuerpo y esa piel relatan su vida y lo que han vivido ' La perpetua transición de la que hablaba Pia Fries, se encuentra las imágenes que ahora observamos, en la vida y lo que cada pintura ha vivido.
Exposición. 13 dic de 2024 - 04 may de 2025 / CAAC - Centro Andaluz de Arte Contemporáneo / Sevilla, España
Formación. 01 oct de 2024 - 04 abr de 2025 / PHotoEspaña / Madrid, España