Exposición en Ciudad de México, Distrito Federal, México
Pertinent blackout
Dónde:
Anonymous Gallery - México / C. Gobernador Ignacio Esteva 44, San Miguel Chapultepec I Secc, Miguel Hidalgo / Ciudad de México, Distrito Federal, México
"Siempre quise que admiraran mi ayuno", dijo el artista del hambre. "Lo admiramos", dijo afablemente el capataz. "Pero no deberían admirarlo", dijo el artista del hambre. "Entonces no lo admiramos", dijo el capataz, "pero ¿por qué no deberíamos admirarlo?". "Porque tengo que ayunar, no puedo evitarlo... No pude encontrar la comida que me gustaba. Si la hubiera encontrado, créeme, no habría hecho ningún alboroto y me habría atiborrado como tú o como cualquier otro". - Franz Kafka, El artista del hambre
¿Dónde están los límites de nuestras habilidades, de nuestra capacidad de conocimiento, de nuestra facilidad de recordar? Al buscar un cambio radical, ¿empujamos el cuerpo hasta el límite, emocional y físicamente, o abrazamos el desapego, el vacío y el olvido? Pertinent Blackout, de Luis Campos, se sitúa dentro de nuestro yo conflictivo, ansioso pero satisfecho, obsesivo pero desconectado, nuestro valor productivo es frágil y subjetivo.
Reels, doom-scrolling, barras de búsqueda, listas...de reproducción semanales, internet beef, stickers: el presente digital está saturado, empapado por una gran cantidad de imágenes, sonidos, datos y palabras. Esta red incompresible no se puede cartografiar, comprimir ni cuantificar. La obra de Campos se regodea en el coro de imágenes, estratificadas y ruidosas, que representa una acumulación sinfónica y nostálgica de la cultura contemporánea y la sociedad de consumo. La red hiperconectada de Internet se representa pictóricamente a través de caballos, lo mítico, dibujos animados, retratos, anime, etiquetas de graffiti y una nueva religiosidad, mezclándose y rebotando en la frontera de la figuración gráfica y la abstracción energética.
Aunque un contenido tan variado permite la introducción, éste es repetidamente collageado y reencuadrado, una negación lúdica de una perspectiva asentada y de la posibilidad de una comprensión completa. Luis habló del valor de la web como recurso, de su contenido vital para su adolescencia en los inicios de la era de Internet en la década de 2000. Sin embargo, el peso de la información, que te lleva a la irrelevancia y la confusión, requiere un proceso de olvido creativo y abandono. Del mismo modo, los programas de inteligencia artificial utilizados por Campos están entrenados en una base de datos de innumerables artistas e imágenes, un simulacro visual contemporáneo. Estas ideas no desarrolladas o derivadas, atrapadas en una pantalla de carga o en una página generadora de imágenes, se representan a través de la abstracción. Formas bulbosas y nervudas insinúan incipientes trozos de carne, miembros u otras extremidades. En un mundo digital aglomerado, la inspiración abunda, pero nunca podemos captarla por completo.
Pasando de la pintura al dibujo, la escultura, los carteles y el arte sonoro, Campos describe este abanico formal como un proceso de traducción. Sigue interesado en la información que se conserva o se pierde a medida que su arte se desplaza por los distintos medios, incluida la extracción de lo digital. Esto también determina las opciones de representación, y sus pinturas adoptan reverberaciones formales, repeticiones, interrupciones y retrasos que recuerdan los efectos de un sintetizador. El proceso de Campos juega con la instantaneidad y el exceso, su enfoque de última hora depende de una fecha límite, o en su lugar rechaza la idea de finalización. Continúa añadiendo hasta que se inaugura la exposición, y esta preparación es en sí misma una semana de resistencia. Perder el sueño, la comida y desconectar de todo lo ajeno a la obra. El proceso intuitivo es un fin en sí mismo, una restricción pertinente y el desapego de su entorno, documentado a través de la instalación final.
Aunque anteriores exposiciones han contado con banda sonora, para esta muestra Campos propone disfrutar una composición imaginaria, no vocalizada en el espacio, donde las notas se determinan por el trazo pictórico. La falta se convierte en la verdadera prueba del cuerpo artístico, ya sea física, procesual, temporal, informativa o espacial. ¿Qué se produce cuando se está al límite, hambriento y cansado, trabajando con distintos medios, materiales e imágenes? Al despertar de un apagón, Campos invita a decidir qué se valora, se recuerda y es útil, y cómo la forma vaciada del artista cobra vida en el cuerpo reconstruido de su obra.
Luke Buckley Harris
Entrada actualizada el el 15 feb de 2024
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