Descripción de la Exposición
En el vaivén de Covadonga Valdés Moré
Resulta difícil evadirse del arte como algo cotidiano cuando la infancia llega acompañada de la sabiduría, en forma de sombra alargada, de su abuelo, el pintor y dibujante Mariano Moré Cors (1899-1974). Esta es la matriz de Covadonga Valdés Moré (Gijón, 1966), que nos presenta de nuevo cuanto hay en su jardín itinerante, repleto de emociones. Covadonga crece con el crecimiento de los jardines en los paraísos próximos y también en los remotos y en todos ellos habita la inspiración para sus composiciones. La naturaleza le concede una libertad en el encuentro de infinitos pretextos que le requieren. Sigue asombrándose de cada detalle de un árbol o de un paisaje siempre fragmentado. No obstante, el hortus de la pintora no está ni mucho menos concluido ni cerrado, sino más bien se expande a través de su inquieta mirada viajera.
Conmocionada por la espiritual visión de los jardines plenos de secretos de que habla Mario Satz, la pintora asturiana compone su propio relato, a través del que se descubre un paisaje que es producto de una dilatada trayectoria y un prolongado oficio que le ha llevado a presentar este mismo año su trabajo en el madrileño Centro Cultural Casa del Reloj, en la misma ciudad donde se formó académicamente y vivió buena parte de su juventud.
Está la autora siempre en busca de la belleza y logra trasladar al lienzo o al papel su particular visión del jardín del Edén. Su veta romántica es innegable y se acentúa más si cabe en esta muestra, donde la naturaleza se presenta incluso a través de exquisitos nocturnos.
Lo que se exhibe ahora en la veterana sala de la calle La Merced se dispone en varias series y obras sueltas, si bien es muy sugerente la obra de pequeño formato, sobre papel, casi escondida en el intimista espacio de Amador Fernández. Así, a veces apaga su paleta para disponer únicamente el ramaje en primavera pero contra un fondo neutro, sobre un cielo sordo. En la delicada serie titulada Celosías, precisamente la luz se filtra a través de los árboles, una temática que es seña de identidad de la artista. También sobresale el cromatismo de sus habituales visiones del bosque, representadas a través de enhiestos troncos que a modo de parapeto coloca en un primer término para dejar ver el hermoso paraje que flanquean.
Mientras, la bandada de pequeños nocturnos, casi velados, en realidad deliciosos retazos de una naturaleza observada desde la semioscuridad, encantada como si fuese el compositor y ornitólogo Olivier Messiaen quien tomaba notas en plena naturaleza. Pleinarista convencida -tal y como había transmitido Cecilio Pla a su discípulo Mariano Moré- su encuentro directo con la naturaleza prosigue su camino, consciente de su valor y fragilidad con que incluso intitula algunas de las piezas de la exposición, dotadas de una sencillez ineludible. Se comporta, pues, como una observadora ornitológica que se esconde y no hace ruido para no perturbar a esas aves que inquietas nos sobrevuelan y alertan.
Juan Carlos Aparicio Vega
Exposición. 17 dic de 2024 - 16 mar de 2025 / Museo Picasso Málaga / Málaga, España
Formación. 01 oct de 2024 - 04 abr de 2025 / PHotoEspaña / Madrid, España