Descripción de la Exposición
Artistas: Albert Corbí, Salim Malla, María Dávila y Andrés Pachón.
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"La antropología como analítica del hombre ha tenido, con certeza, un papel constitutivo en el pensamiento moderno, ya que en buena parte no nos hemos separado aún de ella". Las palabras de Foucault (Las palabras y las cosas) inciden en un aspecto fundamental en el cambio de la convenciones del saber que se han sucedido desde la superación del método empirista de la época clásica. El invento de la imagen fotográfica en el siglo XIX proporcionó una visión más amplia de las formas de vida en un mundo lejano, pero acercado por la reproducción, y que unido a la asimilación del evolucionismo, situó al hombre en medio de un entramado antropológico en el que la analítica de la ciencia da paso a una conciencia de finitud de un animal atrapado en la imposibilidad del lenguaje y al que sólo su pathos es capaz de situar. Es el hombre en proyección.
Pensar (siempre) el tiempo es una madriguera, o un intento de construcción de la misma. Desde cuatro estrategias diferentes se pretende una mínima reflexión sobre la estructura de la convención en la que se fundamenta nuestro modo de saber. Cuatro modos de proyección en los que ligeras intervenciones proponen el tiempo como sucesión y lo promete como acabamiento. En definitiva, un tiempo-origen que en sí, es retorno.
Albert Corbí proyecta ochenta cielos que son fotografías de otros tantos que han sido ya publicados en medios escritos; una insistencia en la reproducción, un retorno mecánico hacia el lugar donde vuelan nuestros pensamientos, el lugar de escape, donde se esconden los que se fueron, una no-imagen que son todas. Andrés Pachón interviene manualmente sobre Dead Birds, el polémico documental de Robert Gardner de 1964 donde estudia la forma de vida de los Dani, una tribu en Nueva Guinea. María Dávila, en su serie Solsticio (2015) pinta a unos personajes infantiles en escenas cotidianas; en algunas de ellas, parece que visitan un museo de historia natural. En las caras de esos niños, veladas, fuertemente iluminadas, no hay rasgos, sino un espacio de luz donde se proyectan todas las caras de todos los niños al mismo tiempo. Probablemente, esos niños somos todos en el momento en el que aprendemos la mayoría de lo que creemos. En los últimos meses, Salim Malla ha sido consciente de su cuerpo como jamás antes lo fue. Ahora, una performance formalizada nos muestra las agujas con las que se tatuó los cinco colores fundamentales (luz y pigmento con el azul común) formando un esquema antropomórfico, junto a la barra de hierro que soportó su pierna destrozada durante un año después que fuese atropellado en su adolescencia. Su reflexión sobre la formación de un todo le hace alcanzar todas las combinaciones posibles de los colores cotidianos y su fusión en uno sólo a través de marcadores de páginas. Una vez alcanzado un común, Salim está dispuesto a desprenderse de su propia sabiduría física, por eso ha decidido donar su cuerpo al arte (el Artium se hará cargo de su piel tatuada una vez que el artista muera). Con motivo de esta exposición, Salim ha preparado su propio testamento.
Pensar (siempre) el tiempo es un proyecto de Juan Jesús Torres.
Exposición. 17 dic de 2024 - 16 mar de 2025 / Museo Picasso Málaga / Málaga, España
Formación. 01 oct de 2024 - 04 abr de 2025 / PHotoEspaña / Madrid, España