La instalación consiste en la construcción de un estanque con el agua teñida en negro mediante anilina, en la que gira continuamente y en sentido contrario a las agujas del reloj una bizcochera de aluminio, esta a su vez encierra un pequeño pez negro.
Esta instalación, como su título indica, ha sido concebida como una metáfora, en la que el pez ajeno a todo su entorno e incapaz de comprensión de este desarrolla su propia vida en el horizonte estrecho, limitado y a la vez infinito de la bizcochera obligado a un movimiento circular donde cada pequeño avance es siempre el mismo avance repetido en un espacio sin referencias.
Alrededor del pez se ha construido un pequeño universo que no percibe y que para él se torna infinito. No hay principio ni final, ni en el espacio circular de la bizcochera, ni en el movimiento, también circular,...de ésta dentro del estanque. Es más, el pez al estar sujeto al propio movimiento de la bizcochera, sumido en éste, imbuido en él, siendo parte integrante del mismo y careciendo de otras referencias, no logra percibirlo, al igual que nosotros no percibimos el movimiento de la tierra. Para él la bizcochera, su espacio habitable, es un elemento estático no sujeto a movimiento alguno. Un mundo completo apenas alterado por las variaciones de la luz y el ritmo de las comidas.
Obviamente el pez no conoce la angustia, ésta es un fenómeno humano que sólo éstos pueden percibir. Como toda obra, la instalación propuesta está abierta a múltiples interpretaciones por parte del espectador, pero su fácil visualización, así como la comprensión de los distintos factores que operan en ella y la seguridad de un destino cierto y repetido, sí provocan un atisbo de angustia en éste.
Obra nº 2
UNA VUELTA COMPLETA DE VIDA
La instalación consiste en una serie de seis fotografías en las que, desde una visión superior, se muestra una bizcochera que contiene un pez negro y sobre la que se vierte agua tintada en negro y como ésta se extiende hasta teñir toda el agua contenida en la bizcochera, ocultando de manera definitiva al pez.
Frente a la anterior instalación que de algún modo sugería lo infinito, en esta presenta un principio y un fin, un tiempo que se agota a medida que se avanza en la visualización de la serie y que a su vez agota la vida del pez hasta ocultarlo completamente. Después ya nada.
Obra nº 3
QUÉ NO SABRÁS, TÚ, DE ESTA ASFIXIA DE CAMPANA.
Una sola fotografía que muestra a un pez encerrado en una pequeña bolsa de plástico boqueando en la superficie. En contraposición a las anteriores esta fotografía muestra un claro empeño en sobrevivir, es una vida encerrada que aún persiste. Con el título se sugiere la participación del espectador igualándolo al animal fotografiado.
Imágenes de la Exposición
Pedro García
Entrada actualizada el el 26 may de 2016
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