“Hay que llamar la atención sobre el hecho de que las pinturas que ha realízado José Paredes para esta segunda edición de la exposición Entre Arte pueden suponer el inicio de una nueva y diferenciada etapa en la creación del artista, en la que enfatiza la función de los valores plásticos y se aparta de lo que ha sido su cerrado mundo metafísico, su manera y su muy característica imaginería, a para intentar, también ahora, crear su propia y ambigua realidad fantás­tica, aunque en este caso como proceso paralelo a la realidad de la naturaleza.

Inspirándose en la pintura de Paul Klee —según su propia confesión— en Los peces de Klee nos sugiere la visión de un seduc­tor paisaje subacuático, una evocación de profundidad que viene potenciada por la distribución de los valores cromáticos y por la función de la ... luz, que parece surgir del fondo iluminado con cierto encanta­miento y hace vibrar la composición dán­dole un impulso ascendente, a lo cual se une la cualidad dinámica lineal que confi­gura la forma de los peces-mancha cuya disposición en el espacio crea una ilusión de desplazamiento. En esta pintura aporta Paredes una mayor densidad visual, una especialidad más compleja y acordes de color más ricos y fusionados.

Algo parecido, en el tratamiento y la incursión en la realidad, en la abstracción y en la fantasía, sucede con otra de las pinturas que titula Las flores del mal y que, a primera vista, me hizo pensar en Dubuffet, no sé si porque, por asociación de ideas, recordé que la crítica europea encontró en su tiempo un paralelo entre su obra y la de Klee, asimilando de manera aparentemente sorprendente a uno de los pintores más delicados, sensibles y exquisitos del siglo al creador del “art brut”, lo que es más fácil de asumir si consideramos algo que era común a ambos, como el interés por la pintura naïf la búsqueda de la inocencia y de la poesía oculta de las cosas.

Otras pinturas más cercanas a las icono­grafías tradicionales de José Paredes, aunque también más enriquecidas y com­plejas en calidades y relaciones de color, completan esta serie de obras que pone de manifiesto que se encuentra en uno de los más felices e interesantes momentos de su trayectoria artística y que señala un acercamiento a la naturaleza para descubrir y representar, a partir de sus vivencias, posibilidades de expresión diferentes, insólitas incluso, por la magia del arte”.

Rubén Suárez, Entre Arte II