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Paz Errázuriz

Exposición / Centro de fotografía KBr Fundación MAPFRE / Avenida Litoral, 30 / Barcelona, España
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Cuándo:
06 jun de 2024 - 15 sep de 2024

Inauguración:
06 jun de 2024

Horario:
Lunes (excepto festivos): Cerrado. Martes a domingos (y festivos): 11:00 – 20:00 h

Comisariada por:
Carlos Gollonet Carnicero

Organizada por:
Fundación MAPFRE

Artistas participantes:
Paz Errázuriz
Etiquetas
Fotografía  Fotografía en Barcelona 

       


Descripción de la Exposición

Esta exposición forma parte de la sección oficial del Festival PhotoESPAÑA. En el año 2018, tras haber realizado la primera retrospectiva de la artista en España, Fundación MAPFRE incorporaba 175 obras de la fotógrafa chilena Paz Errázuriz (Santiago de Chile, 1944) a sus fondos. La exposición que presentamos, como parte de la cita anual de la programación del KBr con nuestras colecciones, está conformada por una cuidadosa selección de estas fotografías e incluye algunas de sus series más conocidas, como La manzana de Adán o El infarto del alma, junto a otros de sus trabajos representativos, desde los años setenta hasta la actualidad. BIOGRAFÍA Paz Errázuriz vive y trabaja en Chile. En 1995 recibió el Premio Ansel Adams, otorgado por el Instituto Chileno Norteamericano de Cultura, y en el año 2005 el Premio a la Trayectoria Artística del Círculo de Críticos de Arte de Chile. En 2014 recibió el galardón Orden al Mérito Pablo Neruda, y el Premio PHotoEspaña en 2015, año en el que también representó a Chile en la Bienal de Venecia. En 2017 le fue concedido el Premio Nacional de Artes Plásticas de Chile. Cofundadora de la Asociación de Fotógrafos Independientes (AFI) y colaboradora de la revista Apsi y de diversas agencias de prensa, ha recibido las becas Guggenheim (1986), Fundación Andes (1990), Fulbright (1992) y Fondart (1994, 2009 y 2018). Su obra se encuentra en importantes colecciones, como Daros Latinamerica de Zúrich, la Tate Gallery de Londres, el MoMA de Nueva York, los museos Guggenheim y Nacional de Bellas Artes de Chile y las ya citadas colecciones de Fundación MAPFRE. CLAVES La dictadura chilena. El régimen militar chileno se inició con un golpe de Estado el 11 de septiembre de 1973, derrocando al gobierno democrático del presidente Salvador Allende. Augusto Pinochet presidió a partir de entonces y hasta el 11 de marzo de 1978 la Junta Militar de Gobierno. Ese año, tratando de legitimar su dictadura, convocó unas cuestionadas elecciones y en 1980 aprobó una nueva constitución, pasando a proclamarse presidente de la República de Chile de forma indefinida. La Junta Militar se mantuvo en sus funciones hasta el año 1990. La dictadura de Pinochet instauró un toque de queda que perduró hasta 1987, y se caracterizó por un modelo anticomunista y autoritario, en el que se reprimieron las libertades, los partidos políticos, los sindicatos y la democracia, lo que llevó a la persecución y a las desigualdades económicas y sociales de buena parte de la población civil. Según las cifras del Instituto Nacional de Derechos Humanos de Chile, las víctimas de la dictadura de Pinochet superan las 40.000 entre asesinados, torturados y desaparecidos. Al margen de la sociedad. «[...] lo que fotografío tiene que ver con las personas que no están al centro, sino afuera, siempre subordinadas al poder», dijo Paz Errázuriz en una entrevista en el año 2004. A lo largo de su trayectoria la artista se ha interesado por personas que se mueven al margen de los cánones establecidos en la sociedad. La marginalidad es siempre una cuestión cambiante, pues depende de cómo se definen los modelos en distintas épocas. Así, fotografía a individuos que viven en la calle, boxeadores en momentos de vulnerabilidad y agotamiento, representantes de pequeños circos en su día a día, enfermos mentales, ancianos, transexuales que ejercen la prostitución, etc., enfrentándose a aquellos aspectos que más pueden desestabilizar el orden normativo. La fotógrafa. El sentido de pertenencia hacia aquello que fotografía es algo recurrente en el trabajo de Paz Errázuriz. Tal y como ella misma ha señalado: «Siempre he pensado que la fotografía tiene que ver con quien la registra. En mi caso todas mis series inevitablemente responden a mis deseos, intereses y obsesiones». Desde sus comienzos, en el trabajo de la artista existe un constante apego hacia los sujetos y realidades que aborda, convirtiendo el cierre de una obra en un proceso complicado. Buena parte de sus retratados pertenecen a una comunidad o tienen formas de vida particulares, espacios a los que ella, al menos en el momento de realizar sus fotografías, también desea pertenecer. LA EXPOSICIÓN El trabajo de Paz Errázuriz arranca en la segunda mitad de la década de 1970 en Chile, país sometido a la violencia y represión del régimen de Pinochet (1973-1990), y llega hasta el presente. Sin querer definirse como cronista de un momento concreto, durante esos años Errázuriz se centró en documentar a aquellos que de alguna manera eran ignorados por el régimen. La carrera de la artista se ha desarrollado siempre en su país de origen. En sus imágenes, fuertemente comprometidas, la autora parece querer dar voz a aquellos que no suelen ser escuchados. Fotografía espacios en los que predomina la marginación y el encierro, pero los personajes que los habitan se presentan siempre desde la confianza y el respeto mutuo. De forma continuada, Errázuriz ha elegido temas y ha retratado a individuos situados al margen del discurso hegemónico y de la oficialidad. Sus series están pobladas de ancianos, niños, enfermos mentales, prostitutas, travestis o nativos americanos, por citar solo algunos ejemplos. En sus imágenes, la autora muestra permanentemente una fuerte conciencia social como fotógrafa, una gran relevancia conferida a la postura ética ante el mundo, así como un profundo sentido de respeto y proximidad hacia las personas retratadas y los asuntos que le han preocupado. Un interés que con el tiempo ha mantenido e incluso intensificado esa convivencia y cercanía hacia sus retratados, tal y como muestra el amplio corpus de trabajo que ha desarrollado a lo largo de toda su trayectoria. La muestra se desarrolla a lo largo de distintas secciones que abarcan desde el año 1979, cuando Errázuriz comienza a fotografiar, hasta los trabajos que aborda en 2014. LOS DORMIDOS (1979) Desde sus primeras fotografías en el Chile de la dictadura, la obra de Paz Errázuriz enfatiza la singularidad de las personas situadas en los márgenes del sistema social: recorre la calle con su cámara, lo que en un país militarizado ya supone toda una transgresión, ya que al fin y al cabo se trata de una mujer que sale de su hogar con el objetivo de retratar a los excluidos de la retórica oficial, en una antítesis de los discursos hegemónicos. La serie Los dormidos se nutre de imágenes de individuos desvalidos que pasan muchas horas al raso o que sobreviven en la intemperie, desahuciados, sumidos en el sueño o vencidos por el cansancio. PROTESTAS (1982-1989) Durante los últimos años de la dictadura, un amplio sector de la sociedad chilena participó en huelgas, manifestaciones y protestas contra el régimen. Muchos de esos manifestantes eran mujeres, como las que conformaron el movimiento «Mujeres por la vida». Conociendo el profundo compromiso de Paz Errázuriz con los derechos humanos, no sorprende que la artista empatizara con los manifestantes. Documentó así sus acciones y registró las tensiones y las dinámicas de la resistencia tal y como se puede ver en El Día de la Mujer, cuando, desde un cerro de la ciudad de Santiago, fotografió la interrupción del tráfico por parte de un grupo femenino, así como las prácticas disuasorias y represivas para contener las protestas por parte de las fuerzas del orden. EL CIRCO (1984) El circo es un motivo más de reflexión sobre todo aquello que se encuentra al margen canónico de la sociedad. Es, al igual que el carnaval, el límite de la fiesta. Errázuriz fotografía escenas en circos pequeños, provincianos, marcados por el nomadismo y el sentimiento de no pertenencia. Presenta lo excepcional como forma de vida y, al mismo tiempo, lo vulnerable y lo volátil como características inherentes a todo espectáculo efímero. LA MANZANA DE ADÁN (1983-1987) Durante los años ochenta, Paz Errázuriz dedicó gran parte de su tiempo a frecuentar a un grupo de hombres que se travestían y prostituían en distintos burdeles de Santiago y Talca; durante la dictadura, esos hombres fueron víctimas frecuentes de violencia, acoso y vejaciones. La serie resultante de este trabajo se tituló La manzana de Adán. Su núcleo lo forman las imágenes de los integrantes de una gran familia compuesta por Mercedes, sus dos hijos biológicos travestis, Evelyn y Pilar, y toda una serie de amigos y amigas que Errázuriz fotografió en su discurrir cotidiano. Una gran familia heterodoxa que rompía moldes y que se vio diezmada por el sida, la precariedad económica y el malvivir bajo la dictadura. Tal y como señala Carlos Gollonet, comisario de la exposición: «Las imágenes que forman La manzana de Adán nos recuerdan que las fotografías de Errázuriz no buscan el momento fugaz, robado al fotografiado, sino que se basan en una conexión y un pacto con este. Es un proceso en el que se cultiva la relación con el retratado y se alimenta la confianza mutua». EL COMBATE CONTRA EL ÁNGEL (1987) En 1987, Errázuriz se acercó una vez más a un mundo que tradicionalmente se ha considerado «ajeno» a la mujer. La del boxeador es una vida que se supone llena de virilidad y, sin embargo, la serie que desarrolla la artista en torno a este deporte en la Federación Chilena de Boxeo está constituida por un conjunto de imágenes en las que los deportistas se caracterizan por su vulnerabilidad. Estos individuos, al contrario de lo que cabría suponer, muestran agotamiento, cansancio y fragilidad. Unas vidas que no encajan en el orden normativo. TANGO (1988) El interés por las personas de edades avanzadas ha sido otra de las constantes en la trayectoria de Errázuriz. Más allá del carácter ritual del baile, en este caso el tango lo bailan personas de la tercera edad. Con un profundo respeto, la artista se aleja de cualquier mirada caricaturesca o crítica y captura momentos precisos de esas parejas de baile con los cuerpos entrelazados. EL INFARTO DEL ALMA (1992-1994) Alejada de la visión condescendiente y paternalista con la que habitualmente se retrata a las personas con enfermedades mentales, Paz Errázuriz emprendió este proyecto en el hospital psiquiátrico Philippe Pinel de Putaendo, a doscientos kilómetros de Santiago de Chile, centrándose en la individualidad de los retratados y en los lazos que habían estrechado los pacientes entre sí. A pesar de la miseria y la precariedad de las instalaciones en que se encontraban, la artista supo transmitir la ternura de las parejas y los abrazos de los internos, dotándolos de una nueva dignidad, incluso a través del título que dio a la serie: El infarto del alma. «[...] el interés por las condiciones de quienes por uno u otro motivo están recluidos cobraba un especial sentido en el contexto de un país que salía de una de las dictaduras más atroces de la historia, marcada por encarcelamientos masivos y desapariciones. De modo que la serie resultaba también un comentario indirecto acerca de la propia historia de Chile. El hecho es que las imágenes de Errázuriz fueron mostradas en el mismo hospital para ser contempladas tanto por los pacientes como por el personal que allí trabajaba. Ello posiblemente fue la clave que suscitó la puesta en práctica de algunas mejoras en la intendencia del centro y en el cuidado ofrecido a los enfermos», explica Carlos Gollonet, comisario de la exposición. LOS NÓMADAS DEL MAR (1993-2002) En 1993, Paz Errázuriz conoció a Fresia Alessandri Baker, Jérwar-asáwer en kawésqar. La artista decidió adentrarse entonces en el hábitat natural de ese pueblo, ubicado en la costa este de la isla Wellington, en el extremo sur de la Patagonia. Con respeto y cuidado, en consonancia con su ética de trabajo, Paz tardó años en ganarse la confianza de esa población indígena y documentar su modo de vida. Una frágil comunidad en vías de extinción a causa de la explotación sufrida por parte del hombre industrializado –epidemias, deforestación o exterminios, entre otros–. De este encuentro surgió una exposición en el año 2003 y el libro Kawésqar, hijos de la mujer sol (2005), en el que la artista alternó fotografía y testimonios orales de los retratados en su propia lengua. CEGUERA (2003-) En 2003, Paz Errázuriz inició su serie Ceguera, aún hoy inconclusa, en la que la artista retrata a personas que saben que están siendo fotografiadas. A veces aparecen en pareja, lo que las aleja del estereotipo de la soledad de los invidentes. Esta serie enlaza con el proyecto La luz que me ciega, realizado en el poblado de El Calvario, en la VI Región de Chile. En este lugar conoció a una familia aquejada de acromatopsia, una enfermedad rara a raíz de la cual la realidad se percibe en blanco y negro. Para esta serie, Errázuriz no se centró solo en la fotografía, sino que la combinó con vídeo documental, videoarte digital, música y escritura poética. MEMENTO MORI (2004) Memento Mori se centra en las imágenes y los motivos decorativos que los deudos colocan en los cementerios para recordar a sus muertos. Los adornos y las flores permanecen, junto a la imagen del difunto, inalterables en el tiempo. El título de la serie es una frase latina que significa «recuerda que morirás», hecho que nos iguala a todos –pese a las diferencias sociales que se mantienen incluso en el ámbito funerario–, como también nos hacen iguales los recuerdos o el sentimiento de abandono de las familias de los difuntos. Paz Errázuriz se refería así a estas fotografías: «Me atrae mucho el carácter anónimo de los personajes. Hay una relación entre el anonimato y la potencialidad de belleza. Por ejemplo, el trabajo de Memento Mori. El cementerio tiene una estructuración social, con sus barrios, sus sectores más pudientes o más populares. Y las fotos que yo saqué son de todas partes, elegidas al azar, y se arma todo un conjunto precioso. Son fotografías que me emocionan hasta el infinito. Quizás fueron unas horrorosas personas, me da lo mismo. Jamás puedes pensar eso. Transmiten algo muy bonito. Todas esas personas son de una belleza increíble». EXÉRESIS (2004) El título de la serie, del griego exaíresis («extracción», «escisión»), en el sentido de un corte radical y traumático, hace referencia a las esculturas mutiladas que Paz Errázuriz ha ido fotografiando en distintos museos de Europa y Estados Unidos. No se ofrecen motivos o detalles sobre las condiciones de esa mutilación, sino la imagen de la escultura masculina castrada (la suponemos masculina, porque el encuadre también ha eliminado la cabeza). Estas obras de arte sirven a Errázuriz para reflexionar sobre la masculinidad desfigurada, carente de todo heroísmo: enlaza de ese modo de manera indirecta con su trabajo acerca del travestismo. Crea así con su cámara un nuevo cuerpo, ambiguo, sin un género definido, y constata la decadencia del símbolo fálico y la fragilidad del discurso que lo sostiene. MUÑECAS (2014) El interés de Paz Errázuriz por la prostitución se remonta a sus inicios. Incluso antes de que abordara La manzana de Adán, fotografió a trabajadoras del sexo que le pidieron no publicar esas imágenes por miedo a ser identificadas. Además, entre 1999 y 2002 tomó fotografías en distintos prostíbulos de Curanilahue y Valparaíso. En el año 2014 viajó hasta el norte de Chile, en la frontera con Perú, con la intención de registrar imágenes de una cárcel, pero recaló en un burdel, La Casa de las Muñecas, de donde toma el título esta serie. Para este proyecto utilizó una cámara digital y trabajó solo en color, en esa zona fronteriza que parece abandonada y donde los burdeles son espacios habituales en los que las mujeres se convierten en trabajadoras del sexo para sobrevivir. Una vez más, la artista realiza fotografías en las que domina el respeto y la confianza entre fotógrafa y retratada. INVITAD@S KBr Coincidiendo con la presentación de la exposición, Invitad@s KBr presenta una conversación entre Paz Errázuriz y Laura Terré moderada por Carlos Gollonet, comisario de la muestra. La conversación tendrá lugar en el auditorio del centro el 6 de junio a las 19.00 horas. También se retransmitirá online (previa inscripción en la web del KBr) y estará posteriormente disponible en la web.


Entrada actualizada el el 05 jun de 2024

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