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Patrimonio Nacional presenta una colección de retratos de mediano formato (50 x 70 cm.) de 50 personajes públicos españoles con diferentes profesiones y méritos pero con el rasgo común de ser personajes mediáticos, cuya imagen pública ha crecido (a veces incluso ha nacido) mediante las numerosas apariciones en la televisión y otros medios, generando una atención sobre su figura que ha superado el mero interés por la profesión del personaje (cuando ésta ha existido).

Las colecciones de personajes ilustres, próceres de la patria o mentores de la humanidad, han sido un tema de tratamiento grave en la historia del arte, desde los bustos romanos a las dinastías reales o los académicos decimonónicos. Sin embargo con el pop y la figura de Andy Warhol, los retratos de personajes notables se ven sustituidos ... por retratos de personajes famosos que aparecen en los periódicos, en la televisión... Así AW empieza a retratar a músicos, cantantes, actores y actrices y vaticina que en el futuro 'todo el mundo será famoso durante quince minutos'.

Hoy no sólo aparecen en los medios de comunicación las profesiones públicas y del espectáculo. También se ha generado una fauna de famosos y aspirantes a serlo cuyos méritos, por así decir, se resumen en la exposición pública y venta en exclusiva (o no) de sus venturas y desventuras (siendo estas últimas, lógicamente las más cotizadas).

Patrimonio Nacional supone así el reconocimiento de lo que somos a través de nuestros personajes públicos: duquesas, folclóricas, cocineros con chispa, directores manchegos universales o toreros. En este batiburrillo de color encontramos juntos a actores, cantantes, hijos de, toreros y astrólogos, entre otros, y tenemos la sensación de que, como cantó Discépolo en su Cambalache, a efectos de fama y la audiencia, resulta que es lo mismo / ser derecho que traidor!.../ ¡Ignorante, sabio o chorro,/ generoso o estafador!