Descripción de la Exposición
El artista Enrique Jiménez Carrero muestra en el Museo de Olivenza su "Pasión por la vida".
Natural de Granadilla (Cáceres), nace un 18 de marzo de 1953, dos años antes del decreto de expropiación del término y su casco urbano. Sus últimos moradores lo abandonan en 1964.
La familia de Enrique emigra a Plasencia. En 1973, mientras realiza el servicio militar, se presenta a ingreso y preparatorio en la Escuela Superior de Bellas Artes de Santa Cruz de Tenerife, estudios que termina en su homónima de San Fernando, en Madrid.
Además de pintar, ha realizado la escenografía de diversas obras de teatro, ilustrado libros y diseñado numerosos sellos para el Correo Español y emisiones conjuntas con otros países.
Su obra se encuentra marcada por dos períodos, el primero, de estilo hiperrealista, con constantes alegorías a su infancia, a la melancolía, al recuerdo de su tierra forzosamente abandonada; el segundo, a partir de 1999, deriva a un realismo más vivo, con juegos de profundidad, pintando el cuadro dentro del cuadro, con un aumento del contraste cromático y luminosidad.
Desde 1974 su obra se ha exhibido en más de 70 exposiciones individuales en museos, galerías y otros espacios culturales.
En el Museo Etnográfico Extremeño González Santana, se expone Pasión por la vida, una muestra con algunos de los trabajos más representativos de Jiménez Carrero en sus últimos diez años, sumergiéndonos en su universo mágico gracias al color rojo, protagonista de todas sus obras por ser el de las emociones, reflejo de vitalidad y dinamismo, además del blanco. Enrique deja su huella personal en espejos velados, azulejos con arabescos o el realismo de la figura humana con una mirada única.
La exposición se divide en las siguientes áreas temáticas: Retratos de carnaval, invitándonos a observar largometrajes comprimidos en un marco; La vida en danza, con el conocido rostro de Sara Baras; Reinventado a los clásicos, un homenaje a Dalí, Rubens, Goya, Velázquez…; Cabalgando en libertad, hermosos caballos salvajes parecen salir del cuadro; Mirada a las emociones, con mujeres ensimismadas, que ríen, lloran, sienten; Naturalezas muertas, donde cristal, papel, azulejo…, marcan la impronta del artista.
Como bien dice Jiménez Domínguez, sus trabajos son...una loa al arte y la creación, una escapada al optimismo y la contemplación de la belleza, una desmedida pasión por la vida.
Hoy, parte de sus obras se encuentran en pinacotecas como el Museo Fuji de Tokio y los de Bellas Artes de Badajoz, Albacete, de Arte Moderno y Contemporáneo de Santander, Museo Postal y Telegráfico de Madrid, así como en colecciones públicas y privadas en España, Francia, Alemania, EE.UU, México, Colombia, Inglaterra, Italia o Qatar.