Descripción de la Exposición Papeles del bosque se ha planteado a partir de un soporte, el papel, y una técnica, el dibujo, en un sentido extraordinariamente amplio. Papeles de muy diferentes clases y medidas. Con ellos, Alberto Corazón explora las posibilidades de los medios básicos, carbón y grafito y los complementarios de barnices, óleo y acrílicos. El dibujo es una preocupación permanente en la obra de Alberto Corazón, así como la reflexión sobre el hecho de dibujar. Así lo explica el propio artista: 'Mis dibujos no trabajan ya sobre lo que vemos, sino sobre lo que recordamos. Ese recuerdo puede estar anclado en la retina y/o en algún lugar escondido de nuestro cerebro. A medida que voy trabajando sobre el papel ocurren cosas. Y debo estar atento a ellas. Me siento como un furtivo en un bosque desconocido. Merodear. Es cierto: hay días en los que todo se resiste a ser dibujado. Pero si dejas que la mano comience a moverse, sin ningún proyecto, pura cinestesia, amable o irritada, dulce o agresiva, no importa en estos primeros trazos, si la mano se mueve algo ocurrirá. Trazar trazos. En el comienzo hay siempre una superficie blanca o negra, una pizarra de escuela en la que hacer garabatos, un papel blanco o una pared encalada. Y a partir de ahí, efectivamente, comienzan a pasar cosas. Apenas se puede pensar sin temblar, leí en algún sitio. Y es cierto. El temblor de mi mano, que sostiene con fuerza una barra de grafito, traduce el gozo del comienzo de la travesía. Es mi brazo el que está pensando. Un pensamiento no siempre comprendido por mis ojos. No hay que ser impacientes. Trazar palabras'. Continúa: 'Una gran parte de nuestras percepciones evidentes no son reales. Y en ese aparente engaño está la clave. Considerar este hecho como un engaño es estúpido. Y no entenderlo, una fuente continua de dolor. Hay todavía un fatigoso camino entre el ojo y el cerebro. Un absurdo laberinto lleno de trampas. No hay ninguna razón para dudar de aquello que sentimos y experimentamos. A fin de cuentas el asunto clave es en qué clase de relación está el cerebro con la mente, cómo se relaciona lo que sentimos con lo que pensamos'. Porque para Corazón el dibujo 'es el modo que tengo para apropiarme de las cosas. Dibujo de forma rápida, como una sacudida automática entre la mano y la cabeza. Un gesto ansioso. ¿Qué sucede cuanto trazas unas líneas? Haces que algo sea visible. ¿Qué importancia tiene ese algo? La que seas capaz de darle con tu trazo. La palabra capaz remite a la relación entre lo que tú quieres hacer visible y el hecho de lograrlo. Y nada tiene que ver con la destreza de representar de forma real, es decir inequívoca. Lo único inequívoco es lo obvio, algo que carece de interés. Estamos ante un complicado enredo de palabras y actitudes: todos soñamos, más o menos, las mismas imágenes, pero el valor que le damos es determinante y marcador: aceptar o rechaza el estupor. Dibujo aceptando que es mi mano quien me representa. Del mismo modo que escribo creyendo que las palabras me sustituyen. Ése es el trato del autor con la obra. De ahí la inquietante ambigüedad de lo anónimo, del sin título'. Nacido en Madrid en 1942, Alberto Corazón estudió Sociología y Económicas (1960- 1965). Cuando completó sus estudios universitarios, que combinó con el estudio del dibujo y la pintura, fundó junto a un grupo de amigos la editorial Ciencia Nueva y lanzó su carrera profesional como diseñador gráfico. Al mismo tiempo, celebró su primera exposición individual en Turín y Milán. Como diseñador comenzó a destacar en la escena española del diseño gráfico y fue galardonado con el Premio Nacional de Diseño y otros premios significantes en Europa y Estados Unidos. Posteriormente amplió su actividad incluyendo el diseño industrial, un campo en el cual se ha ganado también un gran prestigio. A principios de los setenta, su obra fue la primera en mostrar la influencia del arte Conceptual en España, donde expuso en la Galería Redor y celebró frecuentes exposiciones en Italia y Alemania. Dos años más tarde, creó Alberto Corazón Editor, que publicó por primera vez en España textos de la vanguardia histórica y las corrientes estructuralistas de teoría y crítica de arte. En 1976, Corazón fue invitado a participar en la Bienal de Venecia junto a Antoni Tápies y Equipo Crónica. En 1978, el comité de la Bienal de París le invitó para exhibir su trabajo en el Petit Palais junto al de Antonio Saura. Un año después, la obra de Corazón se mostró en Alexander Iollas Gallery en Nueva York y concluyó su periodo conceptual, que fue recopilado para un proyecto antológico titulado Leer la Imagen (Read the Image). Desde 1992, Corazón ha expuesto regularmente en galerías de Madrid y Barcelona, formando parte de la Galería Marlborough desde el año 2001. En el 2002, una retrospectiva itinerante de sus pinturas y esculturas fue vista a lo largo de España. En el 2003, formó parte del proyecto Arte Español para el Exterior, y su obra fue expuesta en museos de Siria, Jordania e Irán. Desde el 2006 es miembro de la Real Academia de las Artes de San Fernando. Las esculturas de Corazón están presentes en espacios públicos a lo largo de todo el territorio español, entre los que se podrían señalar: Madrid, Murcia, Alicante y Mallorca. Ejemplos de su obra hay en muchas colecciones publicas, como en el IVAM (Valencia) y Museo de la Ciencia (Madrid).
Exposición. 19 nov de 2024 - 02 mar de 2025 / Museo Nacional del Prado / Madrid, España
Formación. 23 nov de 2024 - 29 nov de 2024 / Museo Nacional Centro de Arte Reina Sofía (MNCARS) / Madrid, España