Panta rei. Todo fluye, nada permanece. Rocas que cambian de composición, flores que decaen, bañistas pasajeros, hombres intermitentes que se ocultan bajo disfraces metamórficos, nuestra alma peregrina, la fluidez de nuestro presente socio-político y el derretimiento de todas aquellas instituciones que considerábamos algo sólido e inamovible.
Lo que nos rodea se encuentra en un movimiento constante. Los elementos se entrelazan formando un sistema sensible a las variaciones, en el cual un ligero cambio en las condiciones iniciales puede transformar la coreografía original, en una danza caótica, y los objetos se tornan desobedientes e impredecibles, dando lugar a desenlaces radicalmente distintos en cada caso. La vibración generada por la pisada de una hormiga sobre el terreno puede desencadenar una guerra al otro lado del mundo.
En Panta rei, Blanca Gracia presenta un entramado fluido y cambiante, imágenes que van incrementando en tamaño y contenido hasta confluir en un todo construido de fragmentos de...acontecimientos: desde el más leve al más trascendente. Un alfabeto caótico y oculto sirve para descodificar la relación entre los elementos que aparecen en la sala como si de un acertijo se tratase. Queríamos asignar un espacio para cada objeto en el mundo, predecir el futuro; en cambio, topamos con el río mudable de Heráclito, que nunca es dos veces el mismo.
Imágenes de la Exposición
Hay que imaginar a Sísifo feliz
Entrada actualizada el el 05 sep de 2016
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