La pintora tudelana Maite Mozo Gil nos muestra en esta exposición una obra pictórica muy personal que queda reflejada en paisajes recorridos, en los que ha disfrutado y con los que quiere transmitir el encanto experimentado. Momentos especiales de la naturaleza que se plasman a través de la luz y el color y que se perciben en diversos atardeceres y amaneceres. Particularmente bellos son los plasmados al borde del mar. A través de la técnica utilizada, acrílico sobre tabla con polvo de mármol como elemento de carga, Maite Mozo Gil enfoca nuestro punto de atención hacia unas ricas texturas que revalorizan la materialidad del cuadro y que ayudan a enfocar nuestra atención en el carácter táctil del paisaje.