Inicio » Agenda de Arte

Paisajes Imaginarios

Exposición / Jorge Mara - La Ruche / Paraná 1133 / Buenos Aires, Argentina
Ver mapa


Cuándo:
25 abr de 2018 - 25 jun de 2018

Inauguración:
25 abr de 2018

Horario:
Lunes a Viernes de 11 a 13:30 hs y de 15 a 19:30hs, sábados de 11 a 13:30hs

Precio:
Entrada gratuita

Organizada por:
Jorge Mara - La Ruche

Artistas participantes:
Fidel Sclavo

ENLACES OFICIALES
Web 

Correo electrónico
info@jorgemaralaruche.com.ar
Etiquetas
Acuarela  Acuarela en Buenos Aires  Pintura  Pintura en Buenos Aires 

       


Descripción de la Exposición

Quisiera consignar aquí algunas reflexiones sobre la obra de Fidel Sclavo y en particular sobre este grupo de obras suyas que exponemos. Todos los Paisajes imaginarios tienen un elemento plástico común. En el centro de cada paisaje hay una imagen, un collage reducido de una postal antigua, una de las tantas que el artista ha ido coleccionando durante años. En las obras, Sclavo imagina lo que podría ser el “entorno” de lo que está representado en la postal. Se trata, desde luego, de un juego poético y fantasioso que la postal suscita, de ningún modo de un modelo literal o naturalista. Las imágenes son el disparador, un dispositivo del que pintor se sirve para inventar ficciones que transcurren en un escenario imaginario, poéticamente plausible, en las cuales las imágenes del sueño (o del ensueño, que no es lo mismo) juegan un papel crucial. Ellas preludian el contenido de la obra, configuran el tono, comandan su temperatura emocional. Las postales, como las fotografías, son siempre testimonio de otro tiempo y se conjugan en pasado. En estas obras subsisten fuertes reminiscencias de algo que ocurrió, que nos ocurrió –no literalmente, claro– y que nos convoca con la autoridad convincente de los sueños. Se trata de uno de sus aspectos más fascinantes. Las imágenes, en toda su ambigüedad poética, integran imaginación y conocimiento: lo que vemos ¿es solamente fruto de una fantasía libre en toda su indeterminación onírica o constituyen vivencias –igualmente ambiguas– que tuvimos? ¿Vemos o recordamos? Soñar es una experiencia individual: cada soñador sueña solo. El sueño se puede narrar, no compartir. Pero muchas veces el arte, al representarlo en un escenario simbólico, externo, transforma esta experiencia individual en una vivencia común. Hay todo un elenco de personajes que reaparecen con frecuencia en las obras de Fidel Sclavo. Hombres oscuros, seres anónimos, sin rasgos visibles, indefinidos, que deambulan por el paisaje. También se ven, aquí y allá, algunos perros y, a menudo, unos misteriosos barcos en la distancia (¿qué representan? ¿Cuál es su función?). Su misma indefinición les confiere interés. La obra de Sclavo es abierta, empática, promueve nuestro acercamiento, seduce con su evidente simpleza, nos acoge. No hay en ella demagogia alguna, nos da la bienvenida, es sutil y nos acerca al misterio sin énfasis. Nos sorprende su aparente sencillez; no se trata de una obra en absoluto naif (¡está muy lejos de serlo!) y nos induce a descubrir lo que el artista ya había descubierto mucho antes. Es un arte consumado y sin el menor artificio formal (artificio aquí es igual a retórica) y se sitúa, afortunadamente, a contrapelo de modas y tendencias. Esta obra es hija de la memoria y de la fantasía. Es sólida y fuerte como un diamante, deja pasar la luz y la refracta. Su seducción, como la del Douanier Rousseau, un antecesor insoslayable, nace del asombro frente a lo maravilloso del mundo. Su reserva es su fuerza; no necesita alzar la voz para hacerse oír. La austeridad de Sclavo en el empleo de sus recursos plásticos ha hecho que su obra fuera asociada al minimalismo, pero no se trata de un programa deliberado de su parte. Si minimalismo fuera solamente transmitir una idea o una situación pictórica, con un mínimo de recursos, podría decirse que la obra de Sclavo es, a su manera, minimalista. Pero su humor delicado, su fina ironía la distancia y ampara de toda pretensión trascendente. Se trata de una obra saludablemente enunciada en voz baja. Lejos está de las solemnidades enfáticas de la pintura metafísica, del voluntarioso delirio surrealista y de las turbulencias del arte romántico o simbolista. Si hubiera que buscarle una filiación, habría que hacerlo por el lado de algunos maestros del Renacimiento (a quienes Sclavo admira) con sus visiones arcádicas, armoniosas, bucólicas: Giorgione, Piero di Cosimo, los Carracci. Una característica de estas obras, que no costituye una virtud menor, aunque muy difícil de precisar brevemente: su encanto. Percibimos esta cualidad tan elusiva en ciertos seres humanos y en la obra de algunos artistas: en Robert Luis Stevenson y en Borges, en Pergolesi y en Mozart, en Modigliani y en Figari, entre tantos. Una observación final: Sclavo elige la acuarela: materia ligera, luminosa y acuática, como conviene a estas obras. Otra: su tamaño es modesto, aunque su escala no lo es. Baudelaire llamó a las litografías de Goya “vastos cuadros en miniatura”. Jorge Mara


Entrada actualizada el el 25 abr de 2018

¿Te gustaría añadir o modificar algo de este perfil?
Infórmanos si has visto algún error en este contenido o eres este artista y quieres actualizarla.
ARTEINFORMADO te agradece tu aportación a la comunidad del arte.
Recomendaciones ARTEINFORMADO

Premio. 17 sep de 2024 - 27 feb de 2025 / España

VII Puchi Award

Ver premios propuestos en España

Exposición. 25 ene de 2025 - 15 mar de 2025 / The Ryder - Madrid / Madrid, España

exhausta y exuberante

Ver exposiciones propuestas en España

Formación. El 30 ene de 2025 / Fundación Juan March / Madrid, España

Autobiografía intelectual de Estrella de Diego

Ver cursos propuestos en España