Las composiciones de Marianne Dillmann se caracterizan por formas, colores y texturas. Particulares. Distintas técnicas aplicando colores, collages y materiales como arena, papel y tejidos, confiriendo especial plasticidad y energía a los fondos y transfondos de sus obras.. Por su parte, una dualidad entre suaves líneas y colores vivos acompañan al espectador durante su viaje a un mundo variado de tintas, pinturas acrílicas, tizas,óleos y lápices sobre papel, tela o madera.

La isla de Mallorca, con su fuerza natural, contribuye notablemente al juego de colores y luminosidad de las obras de Marianne Dillmann.

La artista, asocia impresiones de color del paisaje y nos las transmite en composiciones abstractas, siendo plenamente capaz de jugar en un continuo vaivén de ilusiones espaciales. Combina sensaciones del Mediterráneo, con sus experiencias de largas estancias en otras partes del mundo, ... en Centroamérica y China, por ejemplo…

La percepción humana, acostumbrada a comparar pinturas con la “realidad” que nos rodea, se acomoda sobre estas imágenes “realistas” con el menor esfuerzo posible. La pintora nos muestra una “visión diferida”: al contemplar las líneas, los diferentes materiales en las superficies de sus obras, y nos vemos envueltos por imágenes de grandes espacios abiertos que nos abren las puertas a nuestros propios paisajes fantásticos.