La mar ha sido un tema recurrente en la trayectoria del artista desde sus inicios y que de nuevo presenta aquí con un acercamiento más profundo y poético. A estos trabajos, se suma una nueva etapa en la que el color vuelve con fuerza. Pinturas monocromas en amarillo y rojo con leves matices y que parecen tener luz propia. Estas obras, pintadas por ambas caras y realizadas sobre papel poliéster, van clavadas directamente sobre la pared en una búsqueda de sencillez que lo que produce es una sutil atmósfera de espiritualidad que envuelve al espectador al entrar en la sala. Paco Fernández ha expuesto recientemente en la galería m-Bochum de Alemania.