Descripción de la Exposición
Entre Hilos, Cuerpo Y Sanación
Trato de llevar lo privado a lo público, lo oculto y revelarlo; llevar un pedazo de la imposibilidad de la materia cargada de profunda presencia energética que marca el tiempo. La especificidad que trae del pasado y el presente, un testimonio.
Antonio Pichillá Quiacaín
Antonio Pichillá Quiacaín es un artista contemporáneo Maya Tz’utujil, nacido en 1982 en San Pedro La Laguna, Sololá, y quien vive y trabaja en el Lago Atitlán. Su obra se caracteriza por ser un arte experimental y multidisciplinario, cuyo eje central es una abstracción basada en la performatividad y activación del sujeto y la cultura Maya Tz’utujil, enraizada en el paisaje –cultural, humano y físico– del Lago Atitlán y en la actualización del pasado ancestral en el presente.
Esta exhibición antológica recoge más de quince años de producción artística entre el 2005 y la actualidad y está estructurada en diferentes temáticas o series que Pichillá ha realizado a lo largo de los años, muchas veces trabajándolas de forma simultánea. Estas series son: B’atz’/Nudos, 2005-2021, Arqueología contemporánea, 2010-2019; Kukulkan, 2010-2021; Abuelo, 2014-2020; Abuela, 2016-2020; Toj/ofrenda, 2014-2021; Golpes y sanación,2014-2020; Cuatro elementos, 2016-2020; Espantapájaro, 2017-2021 y Espantahumano, 2019-2021. Algunas obras no pertenecen a una serie como tal, pero pueden entenderse dentro de una visión holística de la obra de Pichillá en la cual se reiteran ciertos elementos, materiales y conceptos tales como: los textiles, la piedra, el nudo, los cuatro colores del maíz (rojo, negro, amarillo y blanco), el calendario Maya y la relación con lo oculto y la sanación, en un trabajo que funde el arte con la espiritualidad desde la performatividad conceptual y espiritual de la materia y la energía.
Pichillá es egresado de la Escuela Nacional de Artes Plásticas, Rafael Rodríguez Padilla, Guatemala (1999-2003), donde recibió una formación artística convencional a excepción de las clases del artista Roberto Cabrera (Guatemala, 1939-2014), quien no solo promovió que el arte contemporáneo se fundamente en investigación, el conceptualismo, y la interdisciplinariedad, sino en el arte y la cultura local e indígena. Cabrera, uno de los fundadores del Grupo Vértebra, reconoció que Antonio tenía un acceso único como Maya Tz’utujil a su propia cultura y que su obra necesitaba estar conectada a sus raíces, a la vez que al arte contemporáneo de Guatemala y del mundo. Él acompañó a Cabrera a realizar trabajo de campo a la cofradía de Santa Cruz donde se encuentra la imagen de Ri’jlaj Maam (Maximón) y a la cofradía de San Martín en Santiago Atitlán. Esta modalidad investigativa de trabajo de campo es clave todavía hoy para Pichillá.
Para entender su obra y evitar una lectura reductiva de su arte como característico de una idea general o ilustrativa de la cultura Maya o indígena, es importante explicar que en ningún idioma Maya existe la palabra arte, y según palabras del artista: “la palabra que más se acerca es x’ajaan (lo sagrado).” Pichillá es un artista contemporáneo Maya Tz’utujil, y su arte funciona simultáneamente dentro de la identidad colectiva y comunitaria de su cultura ancestral, pero a la vez se ubica en el ámbito de la creación artística conceptual, una noción que no existe en su cultura. Su posición como artista nace en el cruce del acto creativo y su compromiso dentro de su comunidad y su cultura. Su arte no está suscrito por la noción occidental del individualismo y la autonomía del arte, sino desde una dialogicidad situada de crear obras cuya multiplicidad no es reducible y cuyos “significados (están) cargados de profunda presencia energética que marca el tiempo.” Esta energía representa la pervivencia y reivindicación de la cultura, humanidad, y espiritualidad Maya, a través de la actualización del pasado en el presente y el futuro. Su hilo conductor es la materialización de la energía de lo sagrado.
La relación con lo oculto y la sanación en el arte de Pichillá se activa desde la performatividad conceptual y espiritual, la materia y la energía. En ocasiones se manifiesta por medio de la presencia del artista como en Cordón umbilical, 2021, Tejer el paisaje, 2020, y Golpes y Sanación, 2018. Sin embargo, lo performativo está presente en la materialidad procesual de toda su obra, bien sea por la acción de tejer un textil, o quemar candelas, o realizar ofrendas, o recoger y reciclar materiales en el paisaje, o activar objetos existentes en nuevos contextos. Su arte propone revelar desde el cuerpo lo oculto en la imposibilidad de la materia.
Cecilia Fajardo-Hill
Exposición. 17 dic de 2024 - 16 mar de 2025 / Museo Picasso Málaga / Málaga, España
Formación. 01 oct de 2024 - 04 abr de 2025 / PHotoEspaña / Madrid, España