Descripción de la Exposición
El Museo Evaristo Valle no ha querido dejar pasar una fecha tan significativa sin recordar a un artista extraordinario, comprometido y generoso como lo es Pablo Maojo (San Pedro de Ambás, Villaviciosa, 1961). Y lo hace a partir del 6 de febrero de 2021, fecha de su sexagésimo cumpleaños, con la exposición de dos de sus obras, dentro del proyecto “La obra invitada” como son Atúum…! y Libro azul, junto al vídeo de este último, que cohabitan a la perfección junto a las obras de Evaristo Valle.
En el espacio “La ventana” abierto a los jardines, se mostrará su escultura Encuentro, de 2009 y realizada en madera de un ciprés derribado por el viento en los propios jardines del Museo.
Dentro de la exposición “El paisaje en la colección de arte contemporáneo del Museo Evaristo Valle” se exhibe también Brecha jurásica y, en sus jardines, y de forma permanente, cuatro de sus emblemáticas y monumentales esculturas, entre las se encuentran Muro de las lamentaciones y Oriciu pa los aviadores.
Este rico conjunto de ocho de sus obras, que abarca un periodo de casi cuarenta años, hablan por sí solas de la elocuente grandeza de Pablo Maojo como artista y de su generosidad y bondad como persona.
En breve otra escultura, Contra el tránsito, se incorporará a la colección del Museo, con novedoso montaje y en franco diálogo con la antigua Barrera oceánica.
Con las oportunas medidas preventivas contra la COVID-19, el Museo Evaristo Valle permanece seguro y abierto al público (consultar horario).
PABLO MAOJO. BREVE RECUERDO EXPOSITIVO EN SU SEXAGÉXIMO CUMPLEAÑOS.
El extraordinario escultor, pintor, grabador, fotógrafo, diseñador y dibujante asturiano Pablo Maojo Acevedo nació en el lugar de Castiellu, parroquia maliaya de San Pedro de Ambás, hace sesenta años, el día 6 de febrero de 1961, el mes en que ya empiezan a florecer los ablanos, los umeros y les mimoses.
Tal contingencia cronológica, y su actual redondez aritmética, prestan feliz motivo a la singular propuesta expositiva y documental que presenta la Fundación Museo Evaristo Valle. La muestra, en consonancia con el lugar en el que se exhiben las piezas, conjuga tres formulaciones bien diferenciadas.
En el espacio «La Ventana», ese singular escaparate abierto a los espléndidos jardines de la Fundación, toma el protagonismo la sosegada euritmia de Encuentro, fechable cerca de 2009 y procedente de un árbol derribado por el viento en el propio Museo. Con esta escultura, se diría que Pablo rinde homenaje, tanto por el material como por el titulo y el concepto, a su amigo Joaquín Rubio Camín. Es una suposición, pero lo cierto es que, premeditadamente o no, la pieza hace suyas ideas muy presentes en la obra de ese gran artista gijonés. Citemos entre muchas: la honesta comunión con la naturaleza a través del árbol, la firme confianza en la geometría como modo de abundancia, el sano equilibrio engendrado por el oficio de la tradición y el notable conocimiento de la forma adquirido por medio de la intuición. Es curioso y reseñable que la madera con la que está realizado este Encuentro, y también otras esculturas de Maojo, proceda de un ciprés que envejecía en esos mismos jardines del Museo, hasta que sucumbió durante el violento vendaval que azotó Gijón en 2008. Uno más de esos melancólicos derroteros circulares que traza el azar.
El enérgico poder y la punzante intensidad de Atúum…!, se suma a la rotunda vitalidad de las pinturas de Evaristo Valle en la sala principal de la Fundación, donde siempre nos es dado apreciar e incluso tararear esa melodía universal de la que formamos parte, como un ínfimo latido, como una minúscula pulsación, como un eco casi imperceptible.
Cierra la muestra una pieza, titulada Libro azul. Cabe caracterizarla bajo el proteico epígrafe de «libro objeto» o«libro de artista». Puede fecharse en la década de los 80. Pablo trabajó sobre un volumen comercial editado y encuadernado hacia 1911, por lo que podríamos hablar, desde la terminología actual, de «libro alterado» o de «Interpretación sobre un Libro Registro Resumen Diario, de Entrada y Salida de Remolacha». Para su trabajo, Maojo hizo uso de acrílicos, de pigmentos, de lápices, de rotuladores y de tintas. El resultado es un escenario abierto a la más intensa delectación, a la más amplia evocación y a la más profunda emoción.
Es compresible que esté vedado el acceso directo a las noventa y siete hojas del Libro azul. Pero se ha filmado un recorrido completo por ese maravilloso y único ejemplar. Ese registro visual podrá verse, en la misma sala donde se exhibe el original guarecido en una vitrina, junto con el documental La barrera oceánica y el Oriciu pa los aviadores. Como podrá comprobarse, hay entre todos estos materiales indudables y estrechas relaciones.
Dado que este homenaje a Pablo Maojo se ha organizado teniendo en cuenta la actual situación sanitaria, lo que nos sitúa muy lejos de los parámetros habituales de fruición, se ha abierto otro camino apreciativo, muy lógico e interesante. La filmación del Libro Azul se ha subido a la red y se ha dispuesto un enlace (https://youtu.be/YqiMs-l1YCg). Ahí queda puesto a su alcance.
Por último, desde la Fundación Museo Evaristo Valle, queremos trasmitirles la esperanza y el deseo de que la sensación final que les deje este breve encuentro con la obra de Pablo Maojo sea afirmativa. Algo así como que el mundo, casi siempre cruel y arbitrario, parezca, al menos por un instante, que sí que está bien hecho, que sí que es un todo armonioso.