Pabellón de Argentina - 59ª Edición Bienal de Venecia - "El Origen de la Substancia Importará la Importancia del Origen "

Exposición / Bienal de Venecia / Castello 2145/ Riva San Biasio Cipriarte Venezia Venice / Venice, Veneto, Italia
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Cuándo:
23 abr de 2022 - 27 nov de 2022

Inauguración:
23 abr de 2022

Comisariada por:
Alejo Ponce de León

Organizada por:
Bienal de Venecia, Ministerio de Relaciones Exteriores y Culto de la República de Argentina

Artistas participantes:
Mónica Heller

ENLACES OFICIALES
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Etiquetas
Arte contemporáneo  Arte contemporáneo en Veneto  Videoinstalación  Videoinstalación en Veneto 

       

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Claudio Iglesias: LAS CRIATURAS DE HELLER

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Descripción de la Exposición

Mónica Heller (Buenos Aires, 1975) es la artista seleccionada para representar a la Argentina en la próxima 59ª Bienal de Venecia. "El Origen de la Substancia Importará la Importancia del Origen " es el título de la obra que presentará la artista en la cita veneciana. Constará de quince módulos con pantallas de diferentes formatos y tamaños, con televisores, proyecciones, e incluso pantallas esféricas, aclararon durante el anuncio realizado en la Cancillería. El jurado estuvo integrado por Paula Vázquez, directora de Asuntos Culturales de la Cancillería; Valeria González, secretaria de Patrimonio del Ministerio de Cultura de la Nación; Teresa Anchorena, presidente de la Comisión Nacional de Monumentos; Virginia Agote, secretaria de Cultura de San Juan; Andrés Duprat, director del Museo Nacional de Bellas Artes; Matilde Marín por la Academia Nacional de Bellas Artes; Analía Solomonoff, por el Museo Provincial de Bellas Artes “Rosa Galisteo de Rodríguez” de Santa Fe; la artista Mariana Tellería, y el presidente ejecutivo de la Agencia Argentina de Inversiones, Juan Usandivaras. ------- El Origen de la Substancia Importará la Importancia del Origen A veces olvidamos que el surrealismo fue en su origen una reacción vital, la respuesta metabólica de una microcomunidad frente a la crisis de conciencia que dominó Occidente tras la Primera Guerra Mundial. En la actualidad las crisis de la conciencia se ramifican de modo tal -variables hasta el infinito, simuladas y performeadas con rigor implacable- que la capacidad del arte para generar reacciones ante ellas parece haberse convertido en una ciencia arcana. La ética DIY y la semiótica humorística de Mónica Heller se ubican de alguna manera en las antípodas del entorno explícito y vigilado de la Bienal de Venecia y, quizá por eso mismo, resulten más afines a aquel saber esotérico que alguna vez supo llamarse arte. Entonces, antes que como tópico armonizador, el surrealismo en Heller funciona como aproximación críticamente tierna al hecho mismo de existir. En El origen de la substancia importará la importancia del origen, la artista organiza un ambiente singular que podría ser tanto un libro para niños como un panteón. Distribuidas por todo el Pabellón Argentino, pantallas y proyecciones albergan una amplia gama de retratos digitales animados: una galería de individuos -tanto humanos como no humanos- que habitan anécdotas cíclicas y absurdas; personajes extrañamente dignificados por la nube de sátira que los envuelve. La forma en que Heller construye el mundo, enfocada de manera ocasional en los detalles más espurios, implica existencias mayores y menores, organismos oficinescos autosuficientes y exuberantes sermones -geopolíticamente blasfemos- que son recitados por palomas y redactados con la asistencia de diversas redes neuronales. Junto a sus obras de animación presentará una novela visual inédita realizada en colaboración con varias y varios de los artistas y escritores más notables de la actualidad argentina. El libro, que completa y revisa las particularidades del universo narrativo desplegado en la exhibición, fue bautizado como “Sed de éxito”. Protagonista central de los debates en torno al amateurismo y lo naif como antídotos cognitivos contra la sensibilidad aspiracional del arte argentino, producido en un contexto de capitalismo periférico, Heller moldea el software a la fuerza, impregnando los polígonos con su lirismo desacatado y corrosivo. El tipo de imagen digital de la que se vale tiene una naturaleza ubicua, ya que su complexión maleable y tersa es patrimonio no solo del entretenimiento de masas -largometrajes de animación, videojuegos- sino que también puede encontrarse en las librerías gratuitas de modelos 3D, en la ingeniería arquitectónica, en el diseño de medios, industrial y de indumentaria, etc. Entonces, como un reflejo invertido de la torsión a través de la cual lo underground es subsumido por el mainstream, Heller negocia con la tecnología imaginal dominante solo para someterla a un desguace artesanal. Se hace eco de la estética cultural apenas lo suficiente como para intentar rehabilitarla. Como El origen de la substancia importará la importancia del origen funciona siguiendo la “libre exuberancia del tiempo” propia del surrealismo, se pueden encontrar rastros de la videoinstalación de Mónica Heller en los maravillosos escritos de Huntly Carter sobre cine y dibujos animados, de principios del siglo XX; algo de su lógica interna también se vislumbra en Raymond Roussel o en Leónidas Lamborghini; sus colores, su exceso y su monería críptica quizás existan también en Sally Cruikshank, Terry Riley o Yuichi Yokoyama. Pero el cadáver de la fábula, ya purgado de toda víscera moral, se acerca en esta exposición al profuso vocabulario de los sueños más que a ninguna otra cosa. Alejo Ponce de León < ENG Curator: Alejo Ponce de León Surrealism emerged as a life-sustaining reaction—a metabolic offspring of the crisis of conscience that loomed over the West after the First World War. Today’s crises of conscience branch out in such a way—endlessly varied, relentlessly simulated and performed—that the ability of art to generate life-sustaining reactions seems to be an arcane lore, lost in time. Mónica Heller’s DIY ethos and humorous semiotics somehow find themselves at the opposite end of the Biennale’s highly scrutinized and professionalized setting, being more akin to that esoteric science that once was called art. So rather than a harmonizing global theme, surrealism, for her, seems to imply a critical and tender demeanor towards existence. In The Importance of the Origin will be Imported by the Origin of the Substance she builds a distinct environment that can be both a children’s book and a pantheon. Distributed throughout the Argentine Pavilion, screens and projections are home to a wide array of CGI-animated portraits: a gallery of individuals, both human and non-human, that dwell in absurd and cyclical anecdotes, strangely dignified within their satiric expanse. Her intricate digital world-building, purposefully focused on spurious details, includes flashes of fashion design, self-sustaining office organisms and the sermon of a pigeon, bordering on a very lush kind of neural network-generated blasphemy. Along with her animation works, she will present an oversized visual novella made specifically for the Biennale in collaboration with several of the most remarkable artists and writers on the Buenos Aires scene. This book was aptly baptized “Thirst for Success”. A prominent contributor to Argentina’s inner and long-running discussions on amateurism and naïveté as cognitive antidotes against the aspirational sensibilities of art under peripheral capitalism, Heller molds software the hard way, pressing her acerbic lyricism into lo-res bits and polygons. The type of digital image that she deals with is actually ubiquitous in nature, as its malleable and blobby complexion currently belongs in industrial mass-media entertainment—such as full-feature animation films and video games- but also in freely available 3D library models, architectural and medium design, etc. So, as an inverted interpretation of the torsion through which the underground gets subsumed by the mainstream, Heller bargains with a dominant imaging technology only to subject it to an artisanal scrapping. She echoes the cultural aesthetics just barely enough to try to rehabilitate them. As The Importance of the Origin will be Imported by the Origin of the Substance follows the “free exuberance of time” of surrealism, you may find traces of it on the marvelous early 20th-century writings on cartoons by Huntly Carter; you could catch a glimpse of its inner logic in Raymond Roussel or Leónidas Lamborghini; its colors, its outflow and its cryptic cuteness could also be seen in Sally Cruikshank, Terry Riley or Yuichi Yokoyama. But more than anything else, the fable’s corpse, now devoid of any moral substance, approaches in this exhibition the profuse vocabulary of dreams. Organiser: Dirección de Asuntos Culturales del Ministerio de Relaciones Exteriores, Comercio Internacional y Culto de la República Argentina. Commissioner: Paula Vázquez General coordination: Sec. Andrea Alba González, Lic. Jorge Cordonet. General production: Agustina Vizcarra. Collaborators: Piedras Galería (Rafael Beltrán, Santiago Gasquet), Marcelo Galindo, GPN (Paula Castro, Cotelito, Ariel Cusnir, Clara Esborraz, Marcelo Galindo, Constanza Giuliani, Mónica Heller, Mariana López), Pablo Katchadjian , Bárbara Wapnarsky, Claudio Iglesias. 3D rendering, animation and mapping assistance: Gonzalo Silva, Mariano Giraud, Federico Lamas. Sound: Joaquin Gutiérrez Hadid, Lola Granillo. Press: Renato Mauricio Fumero. Web: Estudio Ohlasser. Production in Venice: Eiletz | Ortigas Architects. Piedras and Mónica Heller are very grateful with the support of Fundación Ama Amoedo, Inés Justo, Colección Oxenford, Erica Roberts, Gabriela Yaceszen, Daniel Alacahan, Larisa Andreani, Atilio Bugliotti, Teresa Bulgheroni, Gabriel Guilligan, Leticia Kabusacki, José Luis Lorenzo, Alejandro Londero, Cecilia Remiro y Horacio Torcello, Andrea Arditi Schwartz, Félix y Stéphanie Bader, Clemente Calandra, Karina Mindlin, Laura de San Martín, Ariel Sigal, Maria Gabriela Roig, Verónica Zoani de Nutting.

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