Exposición de instalaciones y obra digital.
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Esta exposición surgió de la reciente compra de un estudio-vivienda. Siempre me ha gustado trabajar sobre situaciones que me afectan personalmente. En este caso, conecta con un tema de fondo que recorre gran parte de mi obra: el de cómo heredamos los materiales y las configuraciones de nuestras vidas, los guardamos, los desechamos o los modificamos; de cómo nos limitan y nos sirven de punto de partida.
Compré un piso amueblado, una herencia, y me deshice de la mayor parte de su contenido. Había una gran cantidad de objetos de adorno, los cuales iba agrupando sobre un par de mesas, para una ONG del barrio. Al principio, me daban risa pero, al verlos allí cada día esperando a que se los llevaran, me fue invadiendo cierta angustia. Como el arte es, para mí, una manera de abrir cosas, vi una oportunidad.
Empecé por hacer varios retratos colectivos...de los objetos, además de retratos individuales de los que me parecían más significativos. Para la instalación principal, A la luz de los hechos (en la cual hay también, evidentemente, cierto guiño a las películas post-apocalípticas), guardé la lámpara de techo del salón, con el fin de cultivar en ella hierbajos y verduras; también una lámpara de mesa, con bombilla incandescente, tan obsoleta hoy como lo fue en su día la lámpara de gas que sostiene la mujer de Étant Donnés. Reservé algunos otros objetos para obras más pequeñas. Escaneé y fotografié los cuadros que había en la casa, y los devolví a sus marcos originales, pero ya hibridados con momentos del barrio que había captado a través de la cámara. A fin de cuentas, “our house” está -casi literalmente en este caso- “in the middle of our street”.
