Mediante el uso de diversas herramientas, como el dibujo, el collage, la pintura y la escultura, Serrano se acerca a mundos imaginarios, que surgen de sus propios recuerdos. Encontramos en su trabajo referencias al diseño, la moda, la naturaleza y la arquitectura. En sus piezas aparece como elemento común: la taxonomía, que surge como una necesidad del artista de clasificar sus propios imaginarios. Presenta obras en la que figuras amorfas dibujadas son neutralizadas en asépticas cajas de luz, o en otros casos atravesadas con alfileres a modo de gabinete de curiosidades. También casas imposibles: casitas de madera rojas, cándidas y tiernas, que han construido a su alrededor extrañas defensas arquitectónicas para mantenerse ocultas. En contraposición a esta cuantificación, Serrano presenta crisálidas de fieltro, donde extraños seres - algunos antropomórficos - parecen convivir sin necesidad a ser ordenados, dejando así su sentido en suspenso.