Forman la exposición un conjunto de acuarelas con una técnica dominada, perfección en el uso del color y habilidad para la consecución de la perspectiva con líneas paralelas en el horizonte que confluyen en un punto de fuga. Las vías del tren permiten este juego visual tan impactante y evocador.
Su obra evoca recuerdos que como profesional del ferrocarril ha ido atesorando y nos muestra un mundo ferroviario propio, plagado de imágenes que todos tenemos en la memoria. Engrana con los orígenes de la acuarela clásica y nos evoca a los primeros acuarelistas ingleses del siglo XIX; como William Turner, John Sell Cotman y Thomas Girtin, pioneros de esta técnica que están presentes en los cuadros que nos muestra.
Ha desarrollado su propio lenguaje, combinando la descripción figurativa, a veces detallada, con una clara influencia impresionista en sus composiciones. Algunos paisajes están apenas insinuados, dejando un amplio margen para la interpretación personal.
La...acuarela es una técnica directa y compleja. Su transparencia refleja las sensaciones y los estados de ánimo como ninguna forma de expresión artística, si bien el caprichoso comportamiento del agua hace que cada obra sea única.
Manuel Alcedo gusta de jugar con el blanco del papel, “hay que dejarlo respirar, forma parte de la obra” nos dice habitualmente; siendo significativo el uso de la luz que reflejan sus obras, así como el uso de la perspectiva y el dibujo detallado, que después reinterpreta con un amplio margen de libertad al aplicar el color a través de una pincelada suelta y enérgica.
Con un uso cromático rico y variado, siempre muy personal, utiliza gamas armonizadas que trasladan a quien observa su obra a un entorno emocional propio y subjetivo, “en ningún caso se trata de reproducir una fotografía, tienes que hacer tuya la obra, interpretarla, el objetivo es hacerla trascender”, comenta con frecuencia.
Entrada actualizada el el 29 oct de 2019
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