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Los trabajos de Ori Gersht, Idris Khan y Boo Ritson, que se exponen por vez primera juntos en Sevilla, arrastran tras de sí todas las lecturas posibles en el mundo de la fotografía sin ningún temor a caer en posibles códigos pictorialistas o románticos de principios de siglo XX, como Alfred Stieglitz, o en la fotografía en movimiento cercana a los postulados de Bill Viola, o en el pop art de Warhol. Estos fotógrafos, que figuran entre los mejores de la ... fotografía británica contemporánea, utilizan los avances tecnológicos a modo de pincel, bisturí y lienzo. Encarnan al fotógrafo y al artista.

De amplia proyección internacional y considerado un maestro, Gersht explota la idea del bodegón cuestionando el concepto clásico decorativo y revelando una violencia y un dinamismo latentes. Crea escenas en tres dimensiones inspiradas en naturalezas muertas holandesas y francesas, a continuación las hace explotar y las fotografía utilizando las técnicas fotográficas y los controles de velocidad más avanzados. En la serie de flores desdibuja los límites entre pintura y fotografía, resultando una obra elocuente y seductora.

Khan ha irrumpido con fuerza en el círculo del arte. Compone sus fotografías con el fin de aportar nuevas lecturas de la historia de la fotografía, el arte, la literatura y la música. Superpone imágenes, textos o partituras, creando megaimágenes únicas. Así lo ha hecho con cuadros de Turner, fotografías de edificios industriales de los Becher, textos de Freud o sonatas de violonchelo de Bach. En este último, escaneó todas las notas para crear una imagen abstracta. Con sólo 30 años, la obra de Khan muestra madurez y musicalidad.

Ritson habita en una singular tierra de nadie, un lugar a medio camino entre la pintura, la escultura y la fotografía. En lugar de pintar sobre un lienzo, lo hace directamente sobre sus modelos y a continuación los fotografía antes de que la pintura se seque, para lo cual dispone de 30 m escasos. El resultado de esta innovadora técnica: pinceladas que apuntan al expresionismo y personajes estereotipados del submundo americano que pertenecen al pop más duro.